Sinequia vulvar, una complicación común en niñas hasta los seis años: qué es y cuál es el mejor tratamiento
Una de las complicaciones que pueden surgir, cuando las niñas son más pequeñas, son las sinequias vulvares.
Se dan cuando se adhieren los labios menores y, por tanto, no puede verse, al completo, la entrada de la vagina.
El tratamiento tendrá que estar indicado por un especialista y se tendrá que seguir en casa.
Una de las complicaciones más frecuentes entre las niñas, en sus primeros años de vida, son las sinequias vulvares. Pero, ¿qué son y cómo se tratan? Lo cierto es que esta complicación hace referencia a la adherencia entre los labios menores, lo que no permitirá ver al completo la entrada de la vagina y, en ocasiones, tampoco el meato uretral. Este último es el orificio por donde sale la orina.
Qué son las sinequias vulvares
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Lo primero que hay que saber es que no se trata de una malformación congénita, sino que es una condición adquirida. Además, es un de los problemas ginecológicos más frecuentes justo antes de la pubertad, siendo más común entre los tres meses y los seis años de edad. Por eso, será muy importante saber identificarlo y tener claro cuál es el tratamiento más adecuado para esta complicación.
Cuáles son sus síntomas
Los signos para saber que una niña está sufriendo de sinequias vulvares pueden ser parciales o totales, aunque la parcial sigue siendo la más habitual. De forma general, no suele producir síntomas y suelen ser detectadas en las exploraciones rutinarias por el pediatra. Además, en el caso de que sean totales, sí que podrán ocasionar más molestias, así como dificultad para orinar. También, podrá darse goteo después de orinar, molestias vaginales o flujo vaginal más abundante o con mal olor y más raramente, infecciones de orina.
Esta complicación viene causada por distintos motivos. Por ejemplo, alguno de los que se ha identificado ha sido el bajo nivel de estrógenos, que será normal en aquellas niñas justo antes de la pubertad, el uso exclusivo de toallitas húmedas en la higiene genital, así como la irritación local, como puede ser la dermatitis del pañal.
Para diagnosticarlo, en la mayoría de casos, lo identificará el profesional, en una de las consultas de pediatría. Aunque eso sí, si notas que tu hija puede tener alguno de los síntomas anteriormente mencionados, será muy importante que acudas a un especialista. También, será importante revisar si tiene los labios menores pegados, ya que esto podrá ser otro síntoma de la sinequia.
¿Y el mejor tratamiento?
Respecto al tratamiento, cabe destacar que la sinequia suele ser transitoria y, por tanto, podrá llegar a resolverse espontáneamente cuando aumenta la producción de estrógenos al llegar la pubertad. Además, si hablamos de tratamiento, pueden existir distintas opciones. Por ejemplo, si no tiene síntomas, el pediatra podrá decidir observar la evolución de la pequeña informando de aquellos signos que se tienen que vigilar. En el caso de presentarse, el pediatra o el cirujano pediátrico, valorará, de nuevo, si es necesario liberar la sinequia o no.
También, se podrá optar por aplicar vaselina pura, preparados de vitamina A+D, crema de corticoide o crema de estrógenos. Para ello, habrá que separar suavemente los labios, según las pautas indicadas por el pediatra. Eso sí, cuando estas adherencias son firmes o fibrosas, estos tratamientos no siempre serán eficaces y, por tanto, se podrá indicar la liberación de la sinequia. Se podrán apaciguar los síntomas separando los labios menores, que se trata de un procedimiento sencillo, corto y poco traumático que realizará el cirujano o el pediatra. Además, previamente podrá aplicarse una crema anestésica.
Sí que es cierto que las cremas de estrógenos serán recomendadas para este tipo de complicaciones, aunque habrá que utilizar una cantidad muy pequeña y durante un tiempo determinado. Además, tendrá que estar recomendado por un especialista, ya que tiene distintos efectos secundarios como el aumento de pigmentación de la vulva, que desaparecerá al suspender la medicación. Eso sí, tanto la separación manual como la aplicación de cremas deben ir acompañadas de unas medidas de cuidado e higiene para que los labios no vuelvan a adherirse.
Qué habrá que evitar
De esta manera, habrá que evitar irritantes locales, como pueden ser los jabones o los tejidos sintéticos. Además, se aconseja utilizar jabones con pH neutro, retirar con suavidad las secreciones acumuladas en los pliegues labiales usando esponjas y limpiar en dirección de delante hacia atrás para evitar la contaminación de la vulva y la vagina con agentes infecciosos como puede ser la orina y las heces. Además, tras limpiar y secar la zona habrá que hidratar los genitales con cremas más suaves a base de vaselina o vitamina A+D.