¿Es respetuoso que los niños jueguen con elementos de la naturaleza?
Es muy probable que no nos hayamos parado a pensar qué pasaría si nuestros hijos sustituyeran sus juguetes de plástico por elementos de la naturaleza.
Pues bien, lo cierto es que esto les podrá proporcionar una infinidad de beneficios, aunque siempre habrá que hacerlo con responsabilidad.
Es muy probable que nuestros pequeños se encaprichen por algún elemento de la naturaleza, cuando estemos dando una vuelta o en el parque, y quieran llevárselo a casa. Lo cierto es que lo primero que te preguntarás es cuánto de beneficioso es que nuestros pequeños jueguen con este tipo de objetos naturales, si serán lo suficientemente seguros y si estará bien sacarlos de su ambiente para llevarlos a casa. Jugar con elementos de la naturaleza siempre será más beneficioso que pasar horas frente a alguna pantalla. Cabe destacar que, por ejemplo, los palos servirán como cobijo de muchos insectos, que estarán viviendo en plena naturaleza, y que al sacarlos de su hábitat harán que estos mueran. Aún así, puede que estés muy concienciada con el tema y hayas decidido que tus pequeños utilicen elementos de plástico. Pero, ¿realmente de dónde viene el plástico? ¿cuánto contamina? La mayoría de este tipo de juguetes no son reciclables y, por tanto, también podrán afectar al medio ambiente.
Por eso, será muy importante que te hagas varias preguntas, sobre si merecerá la pena utilizar objetos de plástico o algún elemento de la naturaleza, que no sufren ninguna transformación y que no están contaminados en ningún proceso de producción. Eso sí, también podréis promover entre los más pequeños, el uso de materiales reciclados o reusados, que podrán daros mucho juego. Por tanto, ¿podrán los niños jugar con elementos de la naturaleza? La respuesta es que sí, pero con cuidado y respeto. Esta será una forma de permitirles conectar con ella a través de sus impulsos naturales más potentes, como es el juego, que será importantísimo durante la infancia y se convertirá en una forma de conocer el mundo y todo lo que lo rodea. Los niños disfrutarán jugando, pero, también, aprenderán y descubrirán cosas nuevas.
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Los beneficios de jugar con elementos de la naturaleza
Así, jugando con elementos de la naturaleza conocerán más cosas sobre ella y se sentirán parte de la misma. Esto permitirá que, más adelante, estén más concienciados con el medio ambiente. Además, estar en contacto permanente con la naturaleza tendrá una infinidad de beneficios para el niño, que puede que esté acostumbrado a pasar largas horas de su día frente a una pantalla, tanto haciendo deberes como viendo dibujos animados. Por tanto, será muy importante no prohibir, sino fomentar respeto hacia lo que tiene a su alrededor, usando esos materiales con cierto cuidado. Habrá que tener presente que la naturaleza tiene un equilibrio y será muy importante la forma de relacionarnos con ella. Por eso, los juegos que se tendrán que llevar a cabo cuidando y respetando el entorno. Será ideal que dejes a tus pequeños que comiencen a experimentar con flores secas, hojas, para que creen pócimas secretas o ramos de flores.
Eso sí, habrá que tener especial cuidado
Habrá que tener especial cuidado con las flores que cogen los niños, ya que algunas podrán ser especialmente peligrosas. También, habrá que olvidar eso de arrancarlas. Lo más recomendable será que recojan aquellas flores salvajes, a las que llamaríamos “malas hierbas”. También podrás dejar que los niños se hagan con algunas plantas aromáticas, aunque siempre con moderación. Otro material muy usado serán las piedras, que podrán ser hasta pintadas y manipuladas por los más pequeños. Será muy importante mantener cierta moderación, ya que, como hemos comentado, las piedras serán el lugar ideal para que descansen un montón de animales, que, además, pueden provocar graves picaduras. Así que lo mejor será que las elijamos nosotros y, luego, las entreguemos a nuestros pequeños.
Otro de los elementos más usados, por excelencia, serán los palos, con los que podrán crear cabañas, decorarlos, tallarlos… Eso sí, nunca habrá que arrancar las ramas de los árboles vivos y sanos para jugar, ya que no será necesario, debido a todas las ramas que podremos encontrarnos por el suelo. Otra opción, si estáis cerca de la playa, podéis haceros con algunas conchas, aunque habrá que evitar aquellas que puedan tener algún ser vivo en su interior, las que tienen forma de espiral, y, también, llevarnos un número excesivo de ellas. Además, os podréis hacer con cristales limados que se suelen encontrar en la orilla de las playas, que serán muy bonitos, pero no su hábitat natural. Por tanto, antes de que tus pequeños comiencen a jugar con los distintos elementos, será muy importante que sean conscientes de la importancia de cuidar el medio ambiente. Deberán comprender que se tratan de elementos que son fundamentales para el buen desarrollo de la naturaleza y que habrá que tratarlos con especial cuidado.