Si algo caracteriza a Tamara Gorro es que es una fiel defensora de los derechos y se muestra en el punto opuesto a las injusticias. A través de su perfil en redes sociales, que se ha convertido en un auténtico altavoz que escuchan millones de personas, la influencer intenta abordar algunos de los temas que considera más importantes. Si hace unos días anunciaba su vuelta a las redes sociales y reflexionaba sobre la salud mental y el problema actual que ella padece, la empresaria se ha visto ahora en la obligación de reivindicar que su hijo Antonio lleve vestido, unas críticas a las que se ha adelantado a raíz de un posado familiar en la noche de Halloween.
Tamara, su marido Ezequiel Garay, su hija Shaila y el pequeño Antonio elegían libremente la temática de la que se querían disfrazar para disfrutar de una fiesta de miedo en su casa. La influencer aprovechó la ocasión para inmortalizar un retrato familiar que, como muchos otros, ha quedado plasmado en su cuenta de Instagram. Pero este, especialmente, ha ido acompañado de un mensaje mucho más profundo. "Me adelanto a posibles comentarios. Sí, Antonio lleva un vestido de pirata. Él quería vestido y sin pensarlo se le puso. ¿El niño es feliz? Sí, nada más que hablar", comenzaba diciendo.
Gorro ha querido hacer hincapié en que es "una pena" tener que escribir ese tipo de mensaje, pero le da más pena aún "que existe gente que aún vea raro que un niño haga lo que quiera para ser feliz". A raíz de sus palabras han sido muchos los seguidores que han querido darle la razón públicamente. "Antonio está para comérselo, yo ni me había dado cuenta, simplemente he visto a un niño feliz disfrazado de Halloween", "Ole tú y tu familia por darle a Antonio lo que quiere sin prejuicio ninguno" o "Que sean felices y se pongan y jueguen con lo que quieran sin tener que dar ningún tipo de explicación", eran algunos de los mensajes que ha recibido.
Esta no es la primera vez que lo hace. A principios del pasado año, la influencer se quedó "impactada" al ver las reacciones que habían tenido algunos de sus seguidores a que su hijo Antonio se pusiera tacones. La mujer de Ezequiel Garay, también a través de las redes sociales, explicó que "los juguetes no tienen género" y que su hijo pequeño no solo se pone tacones "todo el día", sino que también "se pone las uñas postizas de su hermana, se viste de princesa o se maquilla como Shaila".
También hace unos meses, cuando Antonio quiso 'copiar' a su hermana mayor y pintarse las uñas. "Me sigue llamando la atención que mucha gente me diga: 'Jo, qué bien Tamara, gracias por dar normalidad a que el niño se pinte las uñas", planteó en aquel momento con mucha naturalidad desde Instagram. "Sinceramente, ¿es algo malo?", intentó hacer reflexionar.