Tensión arterial baja en el embarazo: los mareos tienen un motivo
La presión arterial baja durante el embarazo podrá producir mareos e incluso la mujer puede llegar a desmayarse.
Habrá que tener mucho cuidado, ya que, aunque la tensión baja no tiene consecuencias graves, sí lo podrá tener la caída.
Un síntoma muy común durante el embarazo son las bajadas de tensión, aunque será más común en los primeros meses de gestación. Eso sí, puede aparecer en cualquier momento. En ese caso tendremos que consultar a nuestro especialista para que nos dé el tratamiento más adecuado a los síntomas. El resultado de estos episodios de tensión baja serán mareos y, especialmente, cuando se realicen movimientos rápidos o bruscos. También, en algunas ocasiones, podrán transformarse en desmayos, lo que cual será muy peligroso por el riesgo de caída. Pese a todo, la tensión baja durante el embarazo no será un peligro real ni ninguna dolencia peligrosa.
Por qué se producen los mareos
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El principal síntoma de la tensión baja es el mareo. Por eso, lo más probable es que a la hora de levantarte de la cama notes cómo si se te estuviera “yendo la cabeza”. Se trata de una sensación de vértigo muy desagradable que podrá acompañarte durante todo el día. También, puede ser que te notes cansada, con una sensación de fatiga constante y con mucho sueño. Además, también podrás sufrir problemas para concentrarte y problemas de vista, como visión borrosa transitoria. En algunos casos puede que también te sientas deprimida y sin ganas de moverte. Como ya hemos comentado, en alguna ocasión la hipotensión podrá provocar desmayos. Por eso, habrá que tener mucho cuidado de no caerse y hacerse daño.
Esto se produce cuando hay una bajada muy brusca y repentina de tensión y el cerebro deja de recibir el nivel adecuado de oxígeno. Esto provocará el desvanecimiento. Cabe destacar que la tensión baja no es algo característico solamente del embarazo, sino que también se da en el día a día de muchas personas. Aunque si nunca has sufrido un caso de hipotensión es probable que no sepas identificar sus síntomas. Los más comunes suelen ser los mareos frecuentes, desmayos, sensación de debilidad o flojera, vértigos, cansancio, somnolencia, síntomas depresivos leves, dificultad para concentrarte y visión borrosa ocasional. Como ya hemos comentado estos síntomas no serán algo perjudicial para la salud, sino la caída, que sí que podrá afectar al bebé y a la madre.
Cómo subir la presión arterial
En el caso de que tengas baja la tensión existen distintos remedios para ayudar a subirla, como por ejemplo los zumos o las bebidas isotónicas. Eso sí, tendrá que ser todo consultado a un especialista, ya que se trata de una fase de nuestra vida muy importante, donde hay que tener mucho cuidado con lo que tomamos. Lo mejor será que evites los lugares muy concurridos y calurosos, para evitar una lipotimia. El calor lo que hará será favorecer la vasodilatación y la hipotensión en el embarazo. Otro consejo será colocarse sobre el lado izquierdo cuando vemos que nos empezamos a encontrar mal. Esta práctica, en la mayoría de ocasiones, hace desaparecer en pocos segundos la presión baja del embarazo.
Qué hacer para no sufrir un mareo
Sí que es cierto que podrás reducir la hipotensión sin necesidad de tomar ningún fármaco y con unas recomendaciones podrás hacer desaparecer sus molestos síntomas. Lo más importante será que bebas mucha agua, ya que te aportará los minerales necesarios para controlar la tensión y hará que te sientas mejor. Además, ten en cuenta que la hipotensión puede ser causada por una deshidratación. Lo mejor será, también, que cuides muy bien tu alimentación y lleves una dieta sana y equilibrada, realizando cinco o seis comidas al día. Será muy importante que intentes evitar los movimientos bruscos, ya que, como hemos comentado, es en ese momento cuando suelen producirse los mareos. También, será recomendable hacer ejercicio moderado, como caminar, nadar o hacer yoga.
Como ya hemos mencionado varias veces, la tensión arterial será importantísima, ya que es la presión que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias a medida que bombea la sangre. Esta presión será importantísima para nuestra salud porque si no, la sangre no puede circular bien por los vasos sanguíneos y podrá provocar problemas como mareo, vértigos, debilidad y somnolencia. Por su parte, la tensión alta podrá producir enfermedades importantes como problemas cardiacos, ictus o insuficiencia renal. Para medir la presión arterial se utilizará un aparato especial denominado esfigmomanómetro, que se colocará alrededor del brazo. Este aparato se inflará bombeando aire a través de una pera o bien pulsando un botón. Así, se obtendrán dos tipos de valores; la presión sistólica y diastólica.