Jugar con las raciones, dar ejemplo o cocinar juntos: ¡descubre cómo lograr que tu bebé coma verduras!

  • La mayoría de los bebés comienzan a comer verduras en los clásicos purés que inician la alimentación complementaria sin mayor complicación.

  • El problema viene cuando queremos que coman esas verduras sin haberlas triturado previamente, ya que lo más habitual es que las rechacen.

  • Te contamos cómo puedes incorporarlas a su alimentación para que les resulten irresistibles.

El rechazo de los niños a comer verduras es tan antiguo como la existencia de ambos. Y esto como madres nos puede llegar a desesperar, porque sabemos lo importante que es la presencia diaria de vegetales en su dieta. De bebés nos salvan los purés, mezclados con carne, pescado o legumbres. Pero a medida que crecen parece que la cosa se complica.

Cuando los bebés comienzan a comer sólido buscamos introducir las verduras de diferentes maneras en sus platos, más allá de esos purés de iniciación, y es entonces cuando nos encontramos con su negativa a comerlas. Pero no hay nada que no se resuelva con un poco de paciencia y los consejos adecuados.

Prueba diferentes formas

A los niños no solo no les gusta el sabor de las verduras, tampoco les gusta su aspecto. Por eso hay que buscar la manera de que queden ricas, de combinarlas con otros alimentos que les gusten y de ofrecérselas en presentaciones que les resulten atractivas.

En principio puede parecer un esfuerzo grande, pero también es posible que sea una forma de que tú también descubras formas nuevas de prepararlas que te sorprendan y que, incluso, te enganches a las presentaciones de platos divertidas.

Y apunta pautas sencillas, como no ofrecerle la misma verdura más de una vez por semana, y probar diferentes batidos, cremas, salsas o postres. Las posibilidades son infinitas y puede que te llegue a resultar muy enriquecedor a ti también probarlas de formas que antes no entraban en tus planes culinarios.

Raciones pequeñas

Puede que llegue un día en que tu hijo se coma un plato de acelgas al vapor sin rechistar y con gusto, pero seguramente no sea lo que vaya a ocurrir en mucho tiempo. El objetivo es que coman verduras, que estas formen parte de su alimentación diaria, y ponerles grandes cantidades no ayudará en nada.

Prueba mejor con raciones pequeñas, como guarnición de algún plato que le guste mucho, o a trocitos en una salsa boloñesa. Lo importante, insistimos, es que las coman y que aprendan que van a estar ahí porque forman parte de su alimentación y de la de toda la familia.

Juntos a hacer la compra

La mejor manera de aprender que la comida no son los platos que aparecen como por arte de magia en la mesa, sino la suma de una buena elección de alimentos, es ir al mercado a hacer la compra. Entendemos que puede ser más eficaz ir tú sola y comprar lo que necesitas, pero ir con tus hijos te traerá mayores beneficios.

La comida en los expositores de los mercados es un auténtico espectáculo gastronómico que les hará mirar con otros ojos lo que comerán luego en casa. Y, por supuesto, es una oportunidad excelente para que se relacionen de una manera positiva con las verduras. Para ello, una buena idea es que cada vez que vayas a hacer la compra les dejes elegir al menos una verdura. Ya verás como luego es más fácil que quieran comerla.

Verduras a la vista

En la encimera, en el frigorífico… Las verduras han de estar a la vista para que no sean algo diferente al resto de alimentos que les gustan. Cuanto más acostumbrados estén a sus diferentes colores y formas menos extraño les resultará encontrarlas en su plato.

Cocinad juntos

Cocinar con tus hijos siempre es una excelente idea, del mismo modo que lo es hacer la compra con ellos. Cuanto más amplia y rica sea su relación con la comida, en todos los aspectos, más fácil será que se encaminen hacia una alimentación variada y saludable.

Cuando encuentres una receta divertida que incluya verduras, anímales a prepararla contigo. Tocar las verduras, lavarlas y colocarlas para que el plato tenga la presentación que quieres acortará distancias entre los vegetales y ellos.

Que pueda elegir en ocasiones

Está claro que tu cocina no es un restaurante y que lo que prepares para comer cada día es lo que se va a tomar. Pero ser flexible en ocasiones y darles la oportunidad de elegir qué verdura comer les ayudará a que no las sientan como una imposición.

Prueba a preparar dos tipos diferentes de verduras (la que no tome un día tomará otro) y déjale decidir cuál es la que más le apetece comer. Esto le hará sentir que su opinión también cuenta, de la misma manera que otro día le ofrecerás elegir entre hamburguesa o perrito caliente.

Sí a los purés

Son un clásico de la alimentación infantil y no hay que renunciar a ellos, tampoco los adultos, porque son una manera riquísima de comer diferentes verduras en un solo plato. Si los incluyes en su menú una vez por semana te estarás asegurando una buena ración de verduras ese día. Además, las recetas de purés son infinitas, y te permiten variar todo lo que quieras, aprovechando para introducir en ellos verduras que les resulte más difícil comer de manera aislada.

Si los purés no les emocionan, puedes acompañarlos con diferentes toppings que los harán más apetecibles: taquitos de jamón serrano o bacon, queso rallado, huevo duro, pan tostado...

Da buen ejemplo

Los padres son el mayor ejemplo para los niños, también a la hora de comer. Por eso no hay mejor manera de animarles a comer verduras que comiéndolas tú también. Si no te gustan y no las comes con ellos lo tendrás más difícil, además de estar descuidando tu propia alimentación. Así que, sin más excusas, verduras para todos, por el bien de tus hijos y por el tuyo propio.

No desistas

Parece obvio, pero lo cierto es que la realidad muestra que cuando un niño rechaza varias veces una verdura se le deja de ofrecer. Pero, al igual que haces con otros aspectos de su educación, la persistencia con las verduras será la clave del éxito.

Esto no quiere decir que entres en peleas o le insistas para que se lo coma, pero sí que le ofrezcas cada día su pequeña ración de verduras. Un día comerá poco, otro nada y otro el plato entero, pero han de estar ahí. Ante todo mantén la calma, y también tu propósito de educarles en un tipo de alimentación saludable y variada.

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