La trombofilia hace referencia a un grupo de enfermedades en las que hay una tendencia anormal a la trombosis, es decir, una mayor facilidad para formar coágulos, trombos en la sangre y obstrucción del adecuado flujo sanguíneo, tanto arterial como venoso. La enfermedad tromboembólica puede ocurrir entre un 10 y un 15 por ciento de la población general y también puede darse durante el embarazo. Por tanto, será esencial saber cuál es su causa, su diagnóstico y, sobre todo, cómo detectarla.
Habrá que tener en cuenta que el embarazo es un estado procoagulante por efecto hormonal, por lo que las embarazadas que presentan trombofilia suelen tener aumentado el riesgo de presentar enfermedades tromboembólicas. Entre ellas, podemos encuadrar el tromboembolismo pulmonar, la trombosis venosa profunda y la trombosis arterial. Todas ellas pueden darse durante el embarazo y tras este.
Las embarazadas presentarán un riesgo mayor de aborto recurrente, parto prematuro, preeclampsia. Con todo, es muy importante destacar que esto no significa que todas las mujeres con trombofilia puedan desarrollar trombosis o complicaciones en el embarazo, ya que la mitad de las pacientes con trombofilia pueden seguir adelante con la gestación sin ningún problema.
Las causas de la trombosis se pueden clasificar entre aquellas hereditarias o adquiridas. Las hereditarias suelen estar asociadas a mutaciones de genes, los cuales producen alteraciones en el sistema de coagulación, dando como resultado un aumento o predisposición de formas coágulos. En este caso, las mujeres presentan mayor riesgo de trombosis en el parto y puerperio. Si se da una trombofilia hereditaria se aconseja un estudio familiar para confirmar el origen genético de la alteración y, además, habrá que tomar medidas preventivas ante la exposición a factores de riesgo.
Estas causas también pueden ser adquiridas y están representadas por el síndrome de anticuerpos anti fosfolípidos, un trastorno autoinmune en el cual el sistema inmunológico no reconoce partes del cuerpo como propias y las ataca. De esta manera, se desencadena la formación de trombos arteriales o venosos o complicaciones obstétricas. Estos trastornos pueden darse en cualquier momento, incluso aunque la mujer haya tenido embarazos previos normales.
En el caso de que las causas de la trombofilia en la gestación se deben a razones adquiridas habrá que realizar una serie de pruebas y establecer un criterio clínico y uno de laboratorio positivo confirmado en dos ocasiones y con, al menos, doce semanas de diferencia. Así, los criterios clínicos a tener en cuenta serían la trombosis vascular o las complicaciones obstétricas. En el primero de estos casos, se produce cuando se da uno o más episodios clínicos de trombosis arterial, venosa o de pequeños vasos, en cualquier órgano o tejido.
Las complicaciones obstétricas hacen referencia a una o más muertes inexplicadas de fetos normales demás de diez semanas de embarazo. Otra puede ser uno o más nacimientos prematuros de bebés normales antes de semana 34 de gestación, debido a la eclampsia o preeclampsia grave o hallazgos confirmados de insuficiencia placentaria. Y, por último, también dentro de este grupo, se encuadran tres o más abortos espontáneos consecutivos inexplicables antes de la semana 10 de embarazo, con exclusión de anomalías anatómicas u hormonales maternas, así como alteraciones cromosómicas maternas y paternas.
Para la mayoría de ellas puede generar cierta incertidumbre y muchas de ellas son diagnosticadas una vez han presentado algún aborto espontáneo a repetición sin ningún tipo de motivo aparente o sin complicaciones en embarazos anteriores. Por eso, será muy importante la consulta anterior al embarazo o acudir a una consulta prenatal para el adecuado control.
De esta manera, el especialista podrá tener una noción de cómo se encuentra la mujer, de su estado actual, de su seguimiento, así como su tratamiento médico. Además, durante esos meses de gestación, también será de vital importancia que la mujer acuda a distintas consultas para saber exactamente el estado de salud de la gestante. La trombofilia se trata de un grupo de enfermedades que pueden darse de forma real y podrá tener serias complicaciones en la vida de la madre y su bebé.