La alimentación del bebé será fundamental y, por ello, habrá que cuidar los productos que ingiere en su día a día y, también, cómo lo hace. Así, las tronas se han convertido en uno de los elementos de puericultura más indispensable, pero, a la vez, más complicado de acertar. Muchos padres se preguntarán qué tipo de trona comprar y cuál será la más recomendable para sus pequeños. Además, habrá que tener en cuenta que será un producto que se va a utilizar mucho y que, por tanto, habrá que hacer cierta inversión.
Las tronas se han convertido en uno de los elementos que más variedad ofrece en el mercado, por lo que habrá que considerar distintos aspectos, teniendo en cuenta la altura y el peso del niño, la necesidad que se tiene y su presupuesto. El momento perfecto para hacerse con una será cuando el pequeño ya haya comenzado con la alimentación complementaria.
Será muy importante que se mida bien el espacio donde se va a poner la trona, ya que, en la mayoría de ocasiones, una trona puede parecer pequeña, pero, en realidad, ocupará un gran espacio. En el caso de que estés pensando en hacerte con una plegable, deberás pensar si realmente te va a resultar útil o no y si es lo suficientemente segura para tu bebé, pues muchas suelen tener mal equilibrio y pueden ser un peligro en el caso de que el bebé gatee o camine.
La limpieza será fundamental y, por tanto, tendrá que ser fácil. Así, lo mejor será que busques alguna que tenga un mecanismo sencillo para quitar todas las manchas y los restos de producto. De la misma forma, deberás preguntarte si vas a necesitar una bandeja en la trona, ya que será fundamental tanto si practicas BLW como si no. Eso sí, si la bandeja es fija podrá hacer que la trona no se pueda acercar mucho a la mesa, por lo que serán más cómodas las tronas con bandeja extraíble.
Será esencial que en la trona pueda regularse la altura. Esto es básico para que puedas usarla durante más tiempo. En aquellas tronas que son fijas, llegará un momento que tu bebé se encontrará incómodo, por lo que si es regulable podrás adaptarla a las distintas etapas de crecimiento del pequeño.
Por tanto, si nos hemos decantado ya por comprar una trona, habrá que valorar las que nos encontramos en el mercado. Se puede observar que hay dos grandes grupos: las que están pensadas para los bebés más pequeños, para que se sostengan sentados, y aquellas diseñadas para bebés que ya se sientan bien y que pueden subir y bajar solos.
Las primeras darán más seguridad y soporte y las segundas serán como una especie de sillas altas. Asimismo, las tronas de primera edad serán las que se puedan usar con bebés entre los cinco y los seis meses. El asiento se puede reclinar en varias posiciones y son acolchadas, ya que buscan darle soporte al bebé. Por su parte, las tronas de segunda edad son aquellas que están pensadas para un buen control postural y no necesitan que la silla se sostenga, ya que no se sientan de manera inestable.
Serán tronas más ligeras, que pueden ser más acordes a todas las edades del bebé y suelen ser de las más recomendadas. Además, en algunos casos pueden convertirse en una silla alta, dándole una gran vida útil. Estas se podrán usar entre los seis meses y los diez años y será la manera perfecta de que los niños aprendan a sentarse y coman de forma independiente. Además, suelen ser bastante cómodas, seguras y disponen de una bandeja donde se podrá colocar el alimento del pequeño.
A la hora de elegir una trona será muy importante tener en cuenta: