Las varices, un problema común durante el embarazo: consejos para cuidar y reducir su aparición
Durante el embarazo será normal que el cuerpo cambie, por eso, podrán aparecer las varices.
Las varices son unas venas inflamadas que se dan en la zona de las piernas.
Lo más normal será que desaparezcan después del embarazo, aunque se podrá prevenir su aparición.
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer sufre una infinidad de cambios. Así, los problemas de circulación serán algo real debido a la actividad hormonal, el aumento de peso y la presión que ejerce el útero en algunas venas. Esto llevará a muchas mujeres a desarrollar varices durante la etapa de gestación y será muy normal su aparición en la zona de las piernas.
Por qué aparecen las varices
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Las varices son dilataciones venosas que aparecen debido a una insuficiencia del sistema valvular y, por tanto, se trata de unas inflamaciones muy comunes. Cuando la mujer está embarazada, el cuerpo produce una mayor cantidad de sangre que, al circular por las venas, hará que estas tiendan a inflamarse y que se produzca la aparición de varices.
No habrá que olvidar que el peso del abdomen hace que las venas se compriman, haciendo más difícil el paso de la sangre. La aparición de varices puede venir acompañada de un hormigueo, una sensación de pesadez en las piernas y, además, cansancio. A pesar de que esta situación es bastante molesta, sí que es cierto que puede desaparecer en los primeros meses después de haber dado a luz.
Cómo se puede prevenir su aparición
Será posible aliviar esos síntomas, así como eliminar las varices del embarazo. Como hemos comentado, será más normal que estas aparezcan en la zona de las piernas, aunque también podrán darse en la vulva y en la zona del ano, a lo que se denominará hemorroides.
Para prevenir su aparición será recomendable realizar ejercicios de flexión y rotación de tobillos con las piernas al aire. También será ideal elevar las extremidades inferiores cuando se pueda, incluso por la noche durante el descanso nocturno. De la misma forma, será muy importante descansar sobre el lado izquierdo cuando estés acostada y, también, utilizar medias elásticas especiales para varices.
También será básico evitar estar de pie durante largos periodos de tiempo, ya que esto aumenta, considerablemente, los problemas de circulación y el riesgo de dolor de espalda que pueden hacer bastante difícil llevar la gestación. Cuando estés sentada será importante que no cruces las piernas para evitar la compresión y habrá que procurar no estar sentada durante mucho tiempo en una misma posición.
Los masajes ayudarán mucho a la circulación
Será muy importante caminar con cierta frecuencia, mover los pies y las piernas para ayudar a la circulación. También, los masajes suaves, relajantes y circulatorios, en sentido ascendente, también ayudarán a la circulación y el descanso.
De la misma manera será muy importante controlar el aumento de peso para evitar estos problemas circulatorios y habrá que evitar la exposición del humo del tabaco. Sí que es cierto que debido a distintos factores genéticos y orgánicos no siempre será posible evitar la formación de venas varicosas durante el embarazo, pero sí que se podrán tratar de minimizar las causas de los problemas de circulación siguiendo una serie de consejos.
Cómo minimizar la aparición de varices
Para acabar con las varices habrá que seguir una dieta saludable y, sobre todo, hacer ejercicio. Esto último hará que la sangre del cuerpo circule mejor y se evitará que las varices se aferren al cuerpo. Respecto a la alimentación será muy importante decir ‘adiós’ a la sal. Así que lo mejor será, en vez de salar los alimentos, sazonarlos con hierbas y otras especias que puedan potenciar su sabor. De esta manera estarás obviando un elemento bastante perjudicial en tu dieta.
Será esencial consumir alimentos ricos en potasio, así como mantener una buena hidratación. Los alimentos con gran contenido en potasio son los mejores para ayudar a combatir la retención de líquidos y la respectiva inflamación que produce. Y no solamente a nivel físico. También, mantener una dieta equilibrada será fundamental para la salud de la madre y del pequeño. Así, habrá que hacer deporte de forma constante y, también, fomentar el consumo de frutas y verduras.