A pesar de que existen madres reacias a dar el pecho durante la lactancia, la leche materna ofrece grandes beneficios a los más pequeños, más aún cuando la alimentación de la madre es la adecuada. De esta manera, sin déficit de ninguna vitamina, mineral o nutriente importante, le estás ofreciendo al recién nacido los aportes necesarios para su correcto desarrollo y crecimiento. Como madre, seguro que eso te preocupa, por lo que debes estar atenta en caso de necesitar algún suplemento vitamínico o potenciar algún alimento en tu dieta.
En caso de suplementos, muchas veces se es contraria por cómo pueda afectar al bebé, y para ello existe una web respaldada por la Asociación para la Promoción e Investigación Científica y Cultural de la Lactancia Materna (APILAM): E-lactancia. En ella puedes buscar alimentos, nutrientes, suplementos o medicamentos para conocer el posible efecto que tiene sobre la lactancia y si existe algún tipo de riesgo o no.
El yodo es uno de los minerales más importantes durante la lactancia porque ayuda a la producción de la hormona tiroidea y, por ello, repercute en el crecimiento de los niños, según establece la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP). Tal y como aseguran algunos estudios, parece que los valores de yodo en España son suficientes en la población y no existe ningún tipo de déficit. El suplemento solo se debe tomar si hay una gran falta del mineral, pues el exceso no es recomendado debido a que se han registrado casos de pequeños con hipotiroidismo a causa de un consumo excesivo de yodo a lo largo de la gestación.
Por su parte, el hierro es un mineral del que se requiere suplementos o alimentos ricos en él cuando la madre sufre anemia. Estos suplementos son completamente compatibles durante la lactancia porque aumentan sus niveles de hierro pero no lo hacen en su concentración en la leche materna, por lo que siempre será la adecuada para los pequeños. También es importante unos buenos valores de calcio, que actúa directamente sobre el sistema óseo del pequeño. Además de suplementos o lácteos, los pescados como el salmón y las sardinas u otros productos como el brócoli aportan la cantidad diaria recomendada para la lactancia.
El zinc también es importante para el crecimiento y la formación de enzimas en los recién nacidos. La concentración en la leche materna no es muy grande, pero es la suficiente para lo que el pequeño necesita. Y atención al ácido fólico, pues es clave en el desarrollo del cerebro del bebé.
Por lo general, una mujer con una dieta equilibrada no va a necesitar ningún suplemento de vitaminas, pero debes saber que las más importantes durante la lactancia son las A, las del grupo B, la C y la D. La primera, la vitamina A, en ocasiones es de las que más déficit tiene y durante el proceso de lactancia sus valores disminuyen, por lo que si el médico lo recomienda, podrás tomar un suplemento.
Las madres veganas deben hacer saber a su especialista su tipo de dieta debido a que al no ingerir proteínas animales lo más probable es que necesiten un suplemento de vitamina B12. En cuanto a la C, no suele haber problemas más que en un caso en concreto, en las fumadoras, pues sus valores son mucho más bajos que en las madres que no fuman.
Cuidado con la vitamina D, porque diversos estudios concluyen que su déficit es frecuente en embarazadas y lactantes. Por eso mismo, se debe consumir alimentos ricos en esta vitamina y no limitar la exposición a la luz solar, aunque siempre con precaución, en especial con el pequeño, pues su piel aún es sensible. También se debe tener en cuenta la vitamina K, que se le administra a los neonatos nada más nacer para evitar enfermedades hemorrágicas y puede que tras ello se deba recurrir a algún suplemento si el médico así lo estipula.
La lactancia es un periodo importante para el más pequeño de la casa pero también para la madre, ni a ella le deben faltar nutrientes ni tampoco al recién nacido. Por eso mismo hay que llevar un control sobre las vitaminas y minerales más necesarios para ambos por si se necesitase potenciar algún alimento en la dieta o recurrir a algún suplemento, siempre prescrito por el especialista previamente.