Las siestas de los bebés, a análisis: ¿cuándo deben dormir y durante cuánto tiempo?
Desde que nacen hasta los 4-5 años, los bebés duermen la siesta una o varias veces al día.
Este tiempo de descanso es fundamental para su desarrollo y debemos favorecer que duerma la siesta siempre que lo necesite.
Aunque a medida que van creciendo los niños necesitan cada vez dormir menos durante el día, las siestas durante el día de los bebés son imprescindibles para su correcto desarrollo. Favorecerles un descanso adecuado, que también permite el descanso de la mamá, es fundamental. Te contamos por qué necesitan la siesta, cuándo es más conveniente y cuánto suele durar.
Cómo benefician las siestas al bebé
MÁS
Niños y niñas de alta demanda: claves para aprender a tratarlos correctamente y a gestionar sus emociones
La importancia del 'vigilabebés' en los primeros meses de vida: razones por las que será tu gran aliado
La dentición, una etapa complicada para niños y papás: ¿a qué edad salen los dientes definitivos y las muelas?
Ser bebé es más cansado de lo que puede parecer. Su llegada al mundo está cargada de nuevas sensaciones y experiencias que su cerebro necesita procesar mediante el descanso. Lo mismo ocurre cuando empieza a moverse de manera autónoma, ya que cada movimiento es un gran esfuerzo del que luego tendrá que reponerse. Y nada mejor para eso que la siesta.
Está demostrado que los niños aprenden mientras duermen, y en solo 30 minutos pueden retener y recordar lo que han aprendido durante el día. Al asimilarlo, su cerebro queda disponible para seguir recibiendo toda la información nueva que está por llegar. De esta manera desarrollan la memoria a corto plazo, fundamental para ellos.
Aunque parezca contradictorio, la siesta ayuda a los bebés a dormir mejor por la noche, ya que si no durmieran durante el día el cansancio excesivo les alteraría, dificultando el descanso nocturno. Del mismo modo, descansar lo necesario les permite estar de buen humor cuando están despiertos, y son menos propensos a mostrarse irascibles. En cambio, los bebés que no duermen la siesta corren más riesgo de desarrollar hiperactividad, de tener pesadillas recurrentes e, incluso, de padecer depresión.
El descanso ayuda a su capacidad para reconocer palabras y frases nuevas, fomentando su comprensión y predicción lingüística. No descansar lo suficiente de manera prolongada en edades tempranas se relaciona con retraso en el lenguajes y un peor rendimiento escolar cuando llega el momento de ir al colegio.
¿Cuántas siestas al día necesita un bebé?
No todos los bebés son iguales ni necesitan dormir el mismo tiempo. Algunos niños dejan de dormir la siesta hasta los tres años y otros continúan con ella pasados los cinco. Pero hay unas pautas más o menos generales que pueden servirte de orientación y, sobre todo, saber que nunca hay que negarle a un bebé o niño de corta edad el tiempo de descanso que necesita.
Los recién nacidos pasan gran parte del día durmiendo, unas 16 horas aproximadamente durante el primer mes que pueden llegar a las 20. Por esos sus siestas son largas (de hasta cuatro horas), y no suelen pasar más de dos seguidas despiertos. Poco a poca van desarrollando sus ritmos circadianos y creando pautas más estables y reducidas de sueño
A partir de los 3-4 meses las siestas se reducen a dos, una de ellas por la mañana y otra a primera hora de la tarde. Algunos bebés también necesitan una siesta a última hora de la tarde, antes o después del baño. Si ocurre esto no le niegues ese rato de descanso, lo necesita, aunque luego tarde un poco más en dormir por la noche.
A partir del año, o incluso los 10 meses, es muy probable que el bebé deje de dormir la siesta por la mañana. Esto hace que la siesta de la tarde sea antes y más larga, además de necesitar dormir un poco antes por la noche.
A partir de los 3 años las siestas empiezan a ser más cortas y algunos niños empiezan a suprimirlas alrededor de los 4. Pero como hemos dicho antes, hay que respetar el descanso de aquellos que a los 4 y 5 años siguen necesitando dormir la siesta. La duración de la misma tampoco es igual para todos, ya que unos necesitan descansar 30 minutos y otros una siesta de dos horas.
Si lo que te preocupa es que la siesta interfiera en el descanso nocturno, la Asociación Española de Pediatría asegura que no es así, e insiste en que hay que respetar el tiempo de siesta que cada niño necesita.
Cómo ayudar al bebé a dormir la siesta
Aunque parece que los bebés son capaces de dormirse en cualquier sitio y a cualquier hora, para garantizarles un correcto descanso es conveniente facilitarles un entorno adecuado. Lo ideal es que puedan dormir en un ambiente tranquilo, sin ruidos, y con muy poca luz.
Procura llevarle a dormir antes de que esté demasiado cansado, cuando aún esté despierto, para que no llegue a irritarse. Puedes arrullarle, cantarle en voz baja o darle un masaje suave que le ayude a conciliar el sueño.
Intenta mantener unos horarios estables, que le ayuden a interiorizar cuáles son los tiempos de descanso y a establecer una rutina. Por supuesto habrá excepciones, pero no te preocupes por que si la rutina está establecida no se va a alterar porque haya días en los que se modifiquen los horarios de siesta.
Habrá días en los que conseguir que duerma será más complicado que otros, sobre todo a medida que hayan creciendo. Pero no desesperes y mantén la rutina, porque necesita dormir y finalmente lo hará.