Elena Tablada relata su episodio de ansiedad en la recta final del embarazo en cuarentena: "Dispuesta a no volver a sentirme así"

Ya son 23 los días que Elena Tablada lleva recluida en casa. Toda España está en su misma situación. Pero el caso de la diseñadora es excepcional: está a punto de dar a luz a su segunda hija. Los miedos e inseguridades por su inminente parto, que coincidirá con la crisis sanitaria que ha provocado la pandemia del coronavirus, han generado en la ex de David Bisbal un estado de ansiedad que ha decidido zanjar por su bien y por el de su bebé.

Este fin de semana lo ha definido como “duro, raro y bastante difícil”. El nacimiento de la que será su segunda hija con Javier Ungría, su actual marido, está a la vuelta de la esquina. De ahí que haya decidido poner un punto y aparte y tomarse esta vuelta a la rutina como “un nuevo comienzo”.

Al despertarse, Tablada ha apostado por no volver a sentir ese desasosiego nunca más. A pesar de la situación crítica que vivimos desde que se decretó el estado de alarma, Elena se ha grabado a fuego esta reflexión: “He decidido aceptar lo que la vida me ponga en el camino, agradecer mis bendiciones y sobre todo mi familia”.

Su entorno le está ayudando en este nuevo reto. Ahora se ha propuesto meditar al menos cinco minutos al día, olvidarse de la sobreinformación de los medios de comunicación e intentar conectar con ella misma. En definitiva, “consumir la máxima energía posible dentro de mis posibilidades, amar y respirar”.

Esta es la única solución que se le ha ocurrido a Elena Tablada para calmar (y sobre todo evitar) el estad de ansiedad que ha sentido estos últimos días. Sus palabras concuerdan con lo que manifestó el pasado 21 de marzo en su Instagram. En aquel post, la diseñadora de ropa planteaba todas las preguntas que le rondan la cabeza cuando está a punto de convertirse en madre por segunda vez.

“¿Acabará esto Antes de dar a luz? ¿Cómo será mi parto? ¿Afectará en algo a mi bebé? ¿Podré darle el pecho? ¿Ponérmela piel con piel?”, se planteaba. Pero decidió cambiar el chip, formularse solo hipótesis positivas e intentar que su única duda en estos momentos sea a quién se parecerá el bebé que viene en camino. Cabe destacar que el centro de prevención y control de enfermedades del departamento de salud de Estados Unidos aseguró que, por el momento, no existen evidencias que coloquen a las mujeres embarazadas en un grupo de riesgo.

Esta confesión sobre el embarazo en tiempos de coronavirus la ha acompañado de una foto familiar en la que aparece su marido agarrando su tripa premamá. Sobre los hombros de Ungría, su hija Ella, a la que pixela cada vez que la muestra en redes sociales después de su batalla legal con David Bisbal por la privacidad de la menor.