Estradiol y embarazo: cómo puede afectar esta hormona durante la gestación
A lo largo del embarazo muchos aspectos del organismo cambian, entre ellos los niveles de estradiol, ¿es normal que aumenten?
Es necesario llevar un control a lo largo del embarazo de los valores de estradiol, ya que aunque es normal que aumenten, una subida excesiva puede ser perjudicial
El embarazo tiene más aspectos ocultos de los que te puedes imaginar. Durante esos nueve meses de gestación se producen grandes cambios en el cuerpo de la madre, no solo los físicos y más notables. En el interior del organismo los niveles de los distintos componentes pueden variar. Una de las hormonas sexuales más importantes de la mujer es el estradiol, la cuál produce las glándulas suprarrenales de la mujer y está inmensamente relacionada con el desarrollo hormonal de la mujer y también con el embarazo.
Una hormona necesaria
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El estradiol es clave en la formación de la mujer, por eso su producción aumenta considerablemente en el momento en el que se llega a la pubertad, siendo la responsable de la formación y crecimiento del pecho así como de la aparición del ciclo menstrual. Tras llegar a su pico en la pubertad, la cantidad de estradiol se mantiene durante los años en los que la mujer es fértil, pero puede variar durante los días de menstruación. Así, sus niveles empiezan a descender en el momento en el que se llega a la menopausia, hasta que la hormona termina desapareciendo del todo.
Esta hormona tiene a lo largo de la vida de la mujer más funciones de las que en un principio puede parecer, por eso sus valores se mantienen durante gran parte de la vida fértil. Gracias a ella se produce la ovulación y, además, el estradiol prepara el endometrio, la mucosa que recubre el interior del útero, que es el lugar donde se aloja el cigoto después de la fecundación, provocando el embarazo. Otras de sus principales funciones es favorecer la movilidad de los espermatozoides para lograr el embarazo y ayudar a mantener una buena maduración del sistema óseo de la mujer.
Los valores ideales
Ahora bien, tras conocer sus funciones, puede que los niveles de estradiol sean bajos o altos. Tener un control sobre ellos puede ser clave para la detección de tumores que se encuentren en los ovarios, de una insuficiencia ovárica o detectar la aparición de la pubertad de forma precoz en las niñas.
Los niveles de una mujer fértil se suelen encontrar entre los 30 pg/ml y los 400 pg/ml. Estas variaciones tan grandes se deben a que sus valores cambian durante el ciclo menstrual, alcanzando el mínimo los días en los que se tiene el periodo, mientras que los días antes a la ovulación llegará a su pico máximo.
¿Cómo afecta el estradiol en el embarazo? Por lo general, durante los meses de gestación los niveles de esta hormona aumentan, pero si lo hacen excesivamente puede ser peligroso para la salud del bebé, por lo que es necesario llevar un control. Esto se debe a que niveles demasiado altos pueden hacer que las niñas padezcan en un futuro problemas como endometriosis o una menopausia precoz, mientras en los niños los inconvenientes se producen a lo largo del embarazo si no se consigue un desarrollo normal de sus genitales. Los días cercanos al parto serán los que mayor concentración de estradiol contengan, pero tras dar a luz, los niveles comienzan a bajar hasta establecerse en los normales.
Estradiol como medicamento
Ha quedado claro que el estradiol es una hormona clave en el desarrollo de las mujeres durante toda su vida hasta que llega la menopausia, por eso mismo se ha desarrollado como fármaco para tratar distintos problemas. Entre ellos la menopausia, al no tener prácticamente niveles de esta hormona, su tratamiento puede ayudar a paliar síntomas como la sequedad vaginal, la irritación o incluso para la prevención de la osteoporosis después de pasar la menopausia. También se suele utilizar en tratamientos anticonceptivos pero a la vez en otros de fertilidad.
El estradiol es una hormona más que necesaria para la mujer desde la pubertad. Sus niveles varían en relación al ciclo menstrual, pero una de sus funciones es que facilita, en cierta manera el embarazo si sus niveles son adecuados. Pero hay que tener en cuenta sus valores previos a la gestación para llevar un control de ellos durante el embarazo, pues aunque es normal que aumenten más de la cuenta según avanza la gestación, niveles demasiado exagerados pueden no ser demasiado beneficiosos para el feto.