¿Qué son y cómo aplicar las ventanas de sueño en bebés?
Los bebés duermen muchas horas al día, y las siestas se alternan constantemente con los tiempos de vigilia.
Para conocer el tiempo que tu hijo puede estar despierto, entre una siesta y otra, los expertos hablan de “ventanas de sueño”.
Te contamos en qué consisten y cómo puedes utilizarlas para mejorar el descanso del bebé.
Es imprescindible que los bebés duerman al día las horas necesarias para asegurar su descanso, desarrollo y bienestar. Pero no siempre tenemos claro cuánto tiempo necesitan dormir. Además, a medida que van creciendo pasan más tiempo despiertos, y esto es algo que debemos tener en cuenta para adaptarnos a su evolución, que a veces es realmente rápida.
Los expertos en sueño han denominado al tiempo que tu hijo puede estar despierto entre un sueño y otro, según su edad, “ventanas de sueño”. Con ellas se pretende crear rutinas de descanso favorables para el bebé y orientarnos en qué momentos del día deberían tener sus siestas. Te contamos cuáles son estas ventanas y cómo puedes aplicarlas para que tu bebé descanse todo lo que necesita, y crezca sano y tranquilo.
MÁS
Estas son las ventanas de sueño
Aunque hay quien establece ventanas más acotadas según la edad del bebé, los expertos hablan de cinco ventanas que nos sirven para tener una idea orientativa del tiempo que el bebé puede estar despierto. En ellas se indica que los recién nacidos duermen prácticamente todo el día, y solo en la última ventana, a partir de los 4 años, es cuando se considera que el pequeño puede prescindir de las siestas durante el día, ya que su ventana de sueño es de 12 horas.
A continuación te mostramos cuáles son las ventanas de sueño, pero no olvides que son datos orientativos, y que habrá periodos de transición entre una ventana y otra, épocas en las que el sueño cambien por diferentes motivos y, por supuesto, que cada niño es un mundo. En cualquier caso, el descanso del bebé es importantísimo, y estas ventanas son de gran ayuda para cumplirlo.
- Hasta los 3 meses: esta, como decimos, es la época en la que más duerme un bebé, y su ventana de sueño, es decir, el tiempo que puede estar despierto entre una siesta y otra, es de 1 hora y media y 2 horas.
- Entre los 4 y 8 meses: el cambio no es mucho mayor, pero el bebé, acercándose al final de esta franja, llega a estar despierto durante 3 horas seguidas.
- Entre los 9 y 15/18 meses: los bebés empiezan a mostrar más actividad, comienzan a andar, y su ventana de sueño es de hasta 4 horas.
- Entre los 18 meses y los 3 años: en esta etapa hay un gran cambio, y los niños aguantan despiertos entre 4 y 6 horas.
- A partir de los 4 años: es el momento en el que la gran mayoría de niños dice adiós a las siestas, ya que su ventana de sueño alcanza las 12 horas.
La importancia de la rutina en los bebés
Aunque cada bebé sea un mundo y haya circunstancias especiales (y acotadas en el tiempo) que alteren sus ritmos básicos, la rutina es fundamental para ellos. Y esta se debe ir modificando a medida que van creciendo, pero no deja nunca de existir. Dentro de la flexibilidad razonable, seguir un horario de siestas, y a que su cuerpo y su cerebro se vayan regulando progresivamente. Y conocer las ventanas de sueño es una gran ayuda para conseguirlo.
¿Cómo aplicar las ventanas de sueño?
En primer lugar es importante conocerlas para poder establecer los horarios de siestas y saber cuánto tiempo debería dormir al día. A partir de ahí, puedes seguir una serie de pautas que te ayudarán a que tu bebé concilie el sueño cuando sea necesario:
- Utiliza un cuaderno para hacer un seguimiento de sus siestas. No es necesario que te obsesiones, pero te será de gran ayuda tener la información para comprobar sus hábitos y, si es necesario, modificar rutinas.
- Ayúdale a entender que es hora de dormir. Tienes diferentes formas de hacerlo: darle el pecho, un baño, un masaje relajante…
- Prepara el ambiente adecuado para el descanso: luz tenue, temperatura agradable y ausencia de ruidos son imprescindibles.
- Respeta sus ritmos: si el bebé tiene sueño y demanda dormir, no le mantengas despierto en contra de su voluntad. No será bueno para él ni hará que duerma mejor más tarde.