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Todos los Atahan están al tanto de lo ocurrido con los padres de Ateş. El abogado no lo sabe y menos aún que la responsable de todo esto es Bahar. Ahora Mehmet Emir se tensa cuando se cruza con su mano derecha pero no está preparado para contarle lo sucedido, ya que esto significaría sentenciar a su madre. Bahar está entre dos bandos y a su prometido no le va a hacer ninguna gracia descubrir que ha sido ella la que lo ha contado todo.
Por otro lado, la mujer de Osman se ha visto obligada a dejar la casa de los Demirci antes de tiempo por culpa de Nuran. La mujer de Ilyas no quiere tener cerca a esa mujer que podría contar todo lo que sabe y destruir el futuro de Efsun como Atahan. Y no solo eso, ha conseguido que la mujer vuelva al pueblo y no se quede en Estambul.
En el próximo capítulo de ‘Me robó mi vida’ veremos si Mehmet Emir se sincera con Ateş y el padre de Hassan podría tomar la decisión de delatar a su propio hijo.
De todos los secretos que tienen que salir a la luz en esta historia, sin duda éste era uno de los más importantes. Al descubrir lo que había estado ocultando su prometido, Bahar no ha dudado en contarle a Mehmet Emir la situación: los padres de Ateş fueron asesinados y la empresa de los Atahan juega un papel muy importante en este caso. El empresario vuelve a la mansión sabiendo que su padre ordenó a Hassan matar a Tayfun y que su madre lo ha estado encubriendo todo este tiempo.
Que Mehmet Emir sepa toda la verdad cambia mucho las cosas. Ahora el propio empresario quiere esclarecer todo, pero no quiere mandar a su madre a la cárcel. Lo que él no sabe, es que Efsun lo ha escuchado todo y se está planteando contarle todo a Ateş.
Tras el incidente en la fiesta, Asim no tiene la menor intención de disculparse con su hijo. Además, vuelve a repetir a su mujer que toda esta situación es culpa suya y que no tiene ninguna relación con Seçil. La hermana de Mehmet Emir explota al llegar a la mansión. Mete todas las cosas de su marido en una bolsa de basura y las quema a la vista de todos. La familia Atahan está cada vez más desestructurada.
Los Demirci tampoco tienen un día tranquilo. La mujer de Osman (el hombre que Nuran mandó a la cárcel) se presenta en su casa con su hijo sin saber que ellos son los responsables del destino de su marido. Quiere empezar una nueva vida en Estambul, pero necesita un techo donde quedarse un par de días. Pero lo más grave de todo es que esa mujer también trabajó para Yusuf años atrás. Conocía a Hasret y sabía que de tener una hija la habría llamado Bahar. La situación se pone de lo más tensa, pero Nuran consigue que la conversación vaya por otros derroteros.
Ahora sí que sí, la familia Atahan está completamente rota. Mehmet Emir y Fulya ya planean mudarse a otra casa junto a Efsun y Hülya se lo está planteando también. Edibe se ha quedado sola, pero no parece estar arrepentida, más bien todo lo contrario. Llama a uno de sus contactos y le ordena deshacerse de Hassan, el único testigo que queda de esos asesinatos. ¿Podrá Ateş enterarse de todo a tiempo? En los próximos capítulos de ‘Me robó mi vida’ lo descubriremos. De lunes a viernes a las 22:20 horas, en Divinity.
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