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Con la mansión asaltada y saqueada, Hülya y Edibe son las únicas que se han quedado allí. Fulya y Mehmet Emir salen a celebrar la adopción de Esma junto a Bahar y Ateş. Efsun todavía no sabe nada, ¿Cómo reaccionará cuando lo descubra? Por otro lado, Müge sigue ilusionada con Berk y tienen su primera cita en un cine. El joven se esfuerza en cumplir todas las expectativas de la joven para tener a los Atahan controlados. “Quiero estar siempre contigo. No quiero verte nunca triste”, se confiesa. La hija pequeña de Hülya ha conseguido que su madre le dé permiso, aunque no le ha contado la verdad sobre su acompañante. En el próximo capítulo de ‘Me robó mi vida’ veremos qué ocurre con esta nueva pareja. Además, Salih se enfrentará a Mehmet Emir provocando un incidente que tendrá consecuencias.
Hülya organiza una cena en uno de los restaurantes más exclusivos de Estambul para celebrar el cumpleaños de Fulya (en vista de que Mehmet Emir ni se acordaba de la fecha). Sin embargo, el empresario sorprende a todos cuando entrega su regalo: un video de Bahar, Ateş y Esma con una proposición muy importante, adoptar a la pequeña. Los ojos de Fulya se llenan de lágrimas y, por supuesto, acepta.
La situación se complica cuando van a recoger a la niña a la casa de acogida y ya no está. Sus padres se la han llevado (o eso dice la dueña del sitio). Lo que sospechan Ateş y Mehmet Emir es que la organización criminal que obligaba a Esma a mendigar ha vuelto a captarla. Y, efectivamente, sus sospechas se confirman cuando dan con una nave industrial abandonada con decenas de niños en condiciones lamentables. Gracias a este hallazgo, los mafiosos son arrestados y los niños podrán empezar una nueva vida. Esma conoce por fin a Mehmet Emir, que empezará lo antes posible el proceso de adopción.
Mientras los Atahan celebraban el cumpleaños de Fulya la noche anterior, Berk y su socio entraban en la mansión pesando que estaba vacía. Llevaban tiempo planeándolo porque saben perfectamente dónde se desactivan las cámaras de seguridad. Los ladrones se hacen con un gran botín que consiguen en el despacho de Mehmet Emir y en las habitaciones. El atraco se tuerce cuando, al salir, se encuentran a Edibe en la silla de ruedas siendo testigo de todo y se ven obligados a “neutralizarla”. Cuando la familia llega a la casa, se encuentra a Edibe tirada en el suelo víctima de una paliza y la mansión completamente desvalijada.
Mientras, los Demirci siguen pensando quién ha podido mover a Yusuf del jardín. Mücella y Efsun se acusan mutuamente haciendo que Nuran se vuelva loca. Todo cambia cuando madre e hija pillan infraganti a la propia Mücella reuniéndose en secreto con Salih, un vecino del barrio y su antiguo amor.
Buscando salvar a su hermano Ilyas, Mücella pidió a Salih mover el cuerpo de Yusuf ante un inminente registro policial. Además, el hombre ha decidido ir un paso más allá y se presenta en la comisaría acusando al propio Mehmet Emir del asesinato de su exsuegro. Aunque eso no estaba en el plan, lo cierto es que los Demirci se ven tremendamente beneficiados y no van a ponerse en peligro para intentar salvar al empresario.
Mehmet Emir vuelve a estar en el punto de mira de la policía. Hasret está segura de que él no lo hizo y le apoyará, aunque manteniendo las distancias. Ismail ya no sabe a quién puede creer y además está completamente cegado por Efsun. Mientras, Bahar, ajena a todo, confía en que Esma consiga un futuro más esperanzador del que habría tenido si Ateş no la hubiese encontrado en la posada. ¿Qué pasará con la pequeña ahora que Mehmet Emir vuelve a ser sospechoso de asesinato? ¿Descubrirán los Atahan quién está detrás de los robos a la mansión? Si quieres salir de dudas, no te pierdas los próximos capítulos de ‘Me robó mi vida’. De lunes a viernes a las 23:00 horas, en Divinity.
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