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Con la intervención de Asım, el barrio de Gelincik seguirá como hasta ahora. Ninguna casa será derrumbada y el cuerpo de Yusuf seguirá en el jardín de los Dermici. Ahora el problema está en la carta que Ilyas escribió a Bahar contándole todo (pensando que su secreto iba a ser descubierto). Nuran intenta desesperadamente recuperar el escrito, pero ya no está en el bolso de Bahar. ¿Podrá leer Bahar todo lo que su padre le tenía que decir? En el próximo capítulo de ‘Me robó mi vida’ Efsun comenzará el curso en la nueva academia a la que le ha apuntado Mehmet Emir y su relación con Bahar empeorará aún más.
Parece que la nueva integrante de la familia Atahan no va a dejar que la familia tenga un día tranquilo. Cuando las aguas estaban más o menos calmadas, la joven lleva a la mansión a Seçil, que se encuentra por primera vez con Hülya. La hermana de Mehmet Emir se entera de que Sakine es la tía de Seçil, así que decide mantenerla como sirvienta más tiempo del planeado por lo que pueda pasar.
Las dos amigas salen de fiesta esa misma noche y Efsun acaba metida en problemas al encontrarse con Arda en un local. El incidente se hace más grande y la joven acaba en el calabozo, obligando a su padre y Ateş a sacarla en plena madrugada.
La familia Demirci había perdido todas las esperanzas en parar la demolición de las casas del barrio. Ilyas incluso escribe una carta a Bahar contándole toda la verdad (aunque luego a ella se le cae del bolsillo). Llega el gran día y el cuerpo de Yusuf sigue enterrado en el jardín. La situación es crítica y Nuran está desesperada. La excavadora se pone en marcha y todos se temen lo peor, pero uno de los funcionarios recibe una llamada que aborta los planes del ayuntamiento. Asım, el marido de Hülya, consigue parar la operación.
El abogado ha encontrado un hilo del que tirar. Sabe que el propietario del invernadero tiene algo que ver con el caso de sus padres y consigue sacarle algo más de información. El hombre trabajó durante veinte años en la empresa de los Atahan y conoce el caso de asesinato, aunque no sabe si llegaron a coger al culpable (o eso dice). Lo que está claro es que no será la última vez que Ateş hable con este hombre, del que aún puede sacar mucha información.
Los Demirci pueden volver a respirar tranquilos. Su secreto sigue estando a salvo. Sin embargo, la relación entre las hermanas está peor que nunca y Bahar sigue sin saber dónde se quedará los próximos días y la casa de Ateş no es una opción. En la mansión, Fulya ha comenzado el tratamiento de fertilidad sin ninguna ilusión. Mehmet Emir tampoco parece que le mucha importancia. Después de todo, él ya tiene una hija. ¿Será Fulya capaz de continuar con el proceso hasta el final o se rendirá antes? Hay muchos frentes abiertos y muchos conflictos por resolver. Si quieres saber cómo continúa la historia tienes una cita. Nuevos capítulos de ‘Me robó mi vida’ de lunes a viernes a las 22:00 horas, en Divinity.
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