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Aunque Nuran ha descubierto que la persona que les envió la primera amenaza es alguien de la mansión, lo cierto es que ni ella ni Efsun saben quién pudo haber sido. Lo peor de todo es que estas amenazas han continuado y cada vez son más peligrosas. Cualquiera en casa de los Demirci podría enterarse del secreto si no encuentran al responsable de estos avisos a tiempo. Eso sí, Sakine lo sabe todo y sigue sin contar nada.
Ateş sigue sin levantar cabeza. Desde su ruptura con Bahar nada le ha salido bien. Además, la llegada de Nedim Irmakli, exsocio de Mahmut Atahan, ha supuesto un giro en el caso del asesinato de sus padres. Ahora sabe cuál es la razón por la que fueron asesinados y es que el patriarca de los Atahan le ofreció a Tayfun el 25 % de las acciones de la empresa, pero para no tener que dárselas, se deshizo de él. Ahora Nedim intenta aliarse con Ateş para destruir a los Atahan. Sin embargo, Mehmet Emir no es igual que su padre y está dispuesto a enmendar los errores del pasado. “Si lo que dices es cierto, yo personalmente te entregaré la parte de mi padre”.
El abogado tiene además otro frente abierto. Bahar sigue sin perdonarle, aunque la relación ya no es tan tensa. Ateş tiene claro que insistirá todo lo que sea necesario hasta recuperar su confianza. Y es que la joven es su única confidente: “No tengo a nadie más con quien hablar. Eres mi única amiga. Cuando no estamos juntos no puedo respirar. No pienso rendirme mientras viva”.
El resto de los Demirci están viviendo días críticos. Está claro que alguien sabe su secreto y tiene muchas ganas de contarlo. Al paquete dirigido a Bahar se suma una pintada a la entrada de la casa que reza “Yusuf está enterrado aquí”. İlyas se apresura a pintarlo por encima, disimulando ante Sakine, que sospecha de todos los movimientos de la familia. Pero eso no es todo, el último movimiento de la persona misteriosa termina por volver locas a madre e hija. Efsun recibe una llamada de la persona que menos se esperaba: el propio Yusuf, con un mensaje claro: “No estoy muerto”.
Esta llamada hace dudar a Efsun. Ella vio a sus padres enterrar el cuerpo y ahora no tiene claro nada, ¿Y si está vivo de verdad? Lo que sí que saben es que es alguien de la mansión. La joven empieza a sospechar de Arda. El joven no deja de amenazarla con revelar su verdadera identidad y le ha oído hablar con Mehmet Emir sobre un asunto que podría ser compatible con su secreto. ¿Sabrá Mehmet Emir quién es Efsun en realidad?
El tiempo corre en contra de los Demirci. Deben encontrar a la persona que les está amenazando antes de que sea demasiado tarde. En la mansión, la llegada de la madre de Asim está volviendo loca a Hülya, que solo espera que la anciana no fallezca en la casa y se la lleven lejos a tiempo. También está el tema del trillón de liras que Efsun pidió a Mehmet Emir “para comprar una casa a Hasret” y que han desaparecido. ¿Se enterará Mehmet Emir del último movimiento de su hija? Si quieres saber cómo se resuelve cada una de estas historias, tienes una cita con ‘Me robó mi vida’. De lunes a viernes a las 23:00 horas, en Divinity.
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