Para vestir bien todos los días del año lo más importante es conocer bien tu cuerpo, no dejarte llevar por tendencias que no te van y no perder tu personalidad. La primera regla será básica para que compres ropa de tu talla que te favorece según tu silueta; la segunda es básica para reducir el número de prendas de tu armario y la tercera, para mantener tu estilo, que es único y especial.
Partiendo de estas tres reglas, hay ciertos tips que te van a ser muy útiles para vestir bien a diario y uno de ellos es contar con prendas básicas de calidad en tonos neutros que puedas combinar con piezas más arriesgadas. Otro es creer firmemente que un complemento puede elevar cualquier look. El tercero es mirarte al espejo desde todos los ángulos y salir de casa con confianza y seguridad.
Tu estilo es único y especial y debes cultivarlo, pero estos consejos básicos serán de gran ayuda para perfeccionarlo y vestir bien todos los días.
No tiene nada que ver con que no quieras que el resto del mundo sepa qué talla usas, significa que debes comprarte la ropa de la talla que te queda bien, ni más ni menos. Recuerda que la talla no es más que un número que varía de medida según las marcas y los patrones, así que pruébate y hazte con la prenda sólo si encaja con tu cuerpo.
Hay ciertas prendas básicas que deben formar parte de tu armario porque se convertirán en tus aliados en esos días en que no sabes qué ponerte. Uno de esos imprescindibles es un pantalón que te sienten bien, ya sean vaqueros, chinos o de pinzas, que podrás combinar con camisetas, camisas, jerséis, chaquetas o abrigos y solucionar tus looks de diario en 30 segundos.
El pantalón no tiene por qué ser el básico del que tirar siempre que no sepas qué ponerte, puedes apostar por un vestido de corte sencillo o por una falda que no pase de moda si te sientes más identificada con este tipo de prendas.
Según la temporada, hay cuatro piezas que no pueden faltar en un armario bien construido: en primavera un vestido camisero, en verano un modelo tipo túnica, en otoño una chaqueta y en invierno un abrigo.
Por mucho que se lleve el color, sabes que son tendencias efímeras de las que no hay que abusar y por eso es mejor apostar por los tonos neutros para tus básicos de fondo de armario. Si vas a invertir en piezas atemporales, elígelas en negro, blanco, azul marino o tonos tierra y deja el colorido de la temporada para las prendas menos importantes.
Que apuestes por neutros no significa que dejes de lado el color porque si está bien elegido puede ser el mejor compañero, siempre que apuestes por el que favorece al color de tu piel y de tu pelo. Los colores vibrantes rejuvenecen, los tonos pálidos suavizan los rasgos y los metalizados pueden modernizar cualquier look, pero elige las dosis correctas.
Los complementos son todo un mundo de fantasía con el que puedes crear looks muy especiales partiendo de prendas muy básicas. Atreverse con los zapatos, las joyas, los pañuelos, las gafas de sol, los sombreros o los bolsos para conseguir estilismos más sofisticados es cuestión de práctica y el único modo de saber si funciona es probando.
Copiar un look que te gusta no suele dar buen resultado, pero mirar en las publicaciones de street style o en las redes cómo se visten las expertas en moda e incluso observar a tus amigas te puede inspirar para crear tus propios estilismos sin perder tu toque personal.