Ni celebrities, ni influencers y modelos. Si hay una prescriptora de moda en nuestro país esa es la Reina Letizia, quien desde hace dos décadas es consciente de que todo aquello que se ponga, será analizado con lupa. De ahí que en cada una de sus apariciones públicas, todo lo que se pone, tiene un significado concreto. A sabiendas de que no toda la comunicación depende de lo que diga, sabe emplear las herramientas comunicativas necesarias para transmitir un mensaje con cada uno de sus looks.
Con el paso de los años se ha coronado como un icono de estilo dentro y fuera de nuestras fronteras, con un vestidor que ha ido madurando con ella. En sus primeros años, sin tener tanta confianza en sus outfits, la Reina todavía estaba buscando su estilo propio y era habitual verla con prendas más formales y menos juveniles que las que luce ahora.
Casi siempre optaba por trajes de chaqueta de cortes clásicos o vestidos quizá demasiado sencillos (aunque también supo jugar con el efecto sorpresa, como por ejemplo en el anuncio de su enlace con aquel traje de chaqueta blanco roto con el que se convirtió en noticia, o en 2004 en la boda de Federico y Mary de Dinamarca con un diseño de Lorenzo Caprile).
Poco a poco fue incorporando más tendencias a sus estilismos diarios, una ardua labor que desde el primer día ha realizado mano a mano con su estilista de confianza, artífice de que ahora se la considere todo un referente. En lo que a diseñadores se refiere, Letizia es una fiel seguidora de la moda española, apoyando tanto a pequeñas firmas de autor como grandes gigantes del mundo textil.
El día de su boda apostó por Pertegaz, quien la ha vestido en multitud de ocasiones cuando el protocolo exige máxima elegancia. Igual que Lorenzo Caprile, otro de sus grandes favoritos, y Felipe Varela, quien fue prácticamente su diseñador de cabecera en sus inicios.
Cuando se trata de ir a trabajar, aboga por las firmas low cost ‘made in Spain’ entre las que destaca el Grupo Inditex. Si Uterqüe era una de las marcas del grupo que más llevaba, desde su desaparición apuesta más por Massimo Dutti e incluso Zara. Pero tampoco es raro verla con diseños de Mango, el Grupo Cortefiel (como Pedro del Hierro) y Adolfo Domínguez. También le gustan firmas más consolidadas como Teresa Helbig, Jorge Vázquez o Roberto Torretta.
En los últimos tiempos su estrategia de moda tanto como su armario han dado un giro radical, apostando por el pequeño negocio y firmas emergentes que, aunque con estilos muy diferentes, comparten un punto en común: todas son 100% españolas, tanto en el diseño como en la producción y distribución, y trabajan artesanalmente.
De este modo Doña Letizia ha contribuido a que se hayan dado a conocer, siendo muchas ya consideradas como las nuevas promesas de la moda. Entre sus favoritas, la firma sevillana Vogana, la gallega Boüret o las madrileñas Inés Martín Alcalde Collection y Galcon Studio, pero también otras marcas como The IQ Collection, María Malo, Charo Ruiz, María de la Orden, Pshophía, María Barragán, Michonet o Dear Prudence, por citar algunas.
Con los complementos, también se decanta por el sello español. Los zapatos, casi siempre de Magrit, una de sus preferidas. Pero ahora también se decanta por otras marcas como Isabel Abdo, Macarena Shoes o Hedén para los bolsos. En lo referente a las joyas, sucede algo similar. Y es que aunque en el joyero real posea auténticos tesoros, en el día a día opta por marcas como Gold&Roses, Coolook, Karen Hallam, CXC o Cashfana entre otras.
También es habitual verla con estilismos de diseñadores internacionales entre los que destacan Carolina Herrera, Hugo Boss, o Maje. Las marcas estadounidense y alemana figuran entre sus imprescindibles cuando busca vestidos de estilo lady y trajes de chaqueta respectivamente. En alguna que otra ocasión ha sucumbido a marcas inglesas como Victoria Beckham, Burberry o Stella McCartney con las que ha conseguido configurar looks muy estudiados y comentados.
En lo que concierne a los complementos (si pueden ser rojos, mejor), Carolina Herrera vuelve a figurar entre sus preferidos, pero también Nina Ricci, Jimmy Choo o Bottega Veneta o Steve Madden. Sea como fuere, no cabe duda de que la Reina tiene la capacidad de hacer suyas todas las tendencias, independientemente del país del que procedan las firmas que lleva.