¿Cómo puedo reciclar la ropa que ya no me pongo?

Vivimos en un momento en el que los ritmos de la moda se mueven más rápido de lo que podemos asimilar. Un fenómeno que se ha visto acrecentado en los últimos años debido a la influencia de las redes sociales, aceleradoras de tendencias y también fuente de inspiración. A la hora de configurar el armario perfecto, más allá de los gustos y preferencias de cada una, los expertos afirman que para sacarle el máximo rendimiento debe estar compuesto por un 30% de artículos de tendencia que contribuyan a dar ese soplo de aire fresco y actualidad a los looks, y el resto, básicos.

Sin embargo, a veces sucede que nos cansamos de las prendas que tenemos aunque apenas nos las hayamos puesto. Simplemente con el hecho de abrir el armario nuestro cerebro ya se acostumbra a verlas colgadas y parece que ya las evita. Y es que, los cambios de estación, o simplemente la evolución de nuestro estilo personal a lo largo del tiempo puede llevar a acumular ropa que ya no usamos. Te suena, ¿verdad?

En lugar de desecharla, una opción más sostenible consiste en darle una nueva vida desde una perspectiva más creativa en donde cualquier enfoque innovador, resulta muy adecuado.

Planteamientos de nuevos enfoques

Normalmente nos acostumbramos a lucir looks muy parecidos con las mismas prendas. A un determinado tipo de camiseta le atribuimos un pantalón, una falda la combinamos siempre con la misma blusa… Y así sucesivamente. Es ahí donde entra en juego la imaginación de cada una. Busca nuevas formas de combinar diferentes piezas para crear conjuntos únicos y originales, para ello resulta muy útil hacer una foto de las prendas del armario para tenerlas a mano en la galería de tu teléfono y así poder configurar nuevos outfits con solo un vistazo.

Customización

Si tienes habilidades de costura básicas, estás de suerte, pues puedes modificar prendas ya existentes para que se ajusten a tu estilo actual. Por ejemplo, acortar faldas o pantalones, añadir detalles como encajes o parches, o convertir una camiseta en una blusa sin mangas. Y en el caso de que no las tengas, siempre puedes plantear la idea a tu costurero de confianza.

Jugar con los complementos

Otra opción muy efectiva además de variar la manera en la que se combinan entre sí las prendas consiste en cambiar los accesorios con los que normalmente las sueles llevar. Por inverosímiles que te puedan parecer las nuevas opciones, seguro que consiguen el objetivo de que el look se vea diferente. Además, si posees ropa con pequeños agujeros, manchas o desgaste en áreas específicas, puedes ocultarlos o darles un nuevo estilo aplicando parches o apliques con bordados. Una técnica que puede contribuir a prolongar la vida útil de tus prendas favoritas.

DIY

El upcycling es una excelente manera de convertir prendas viejas en piezas completamente nuevas. Por ejemplo, puedes convertir una camisa en un bolso, utilizar pantalones vaqueros viejos para hacer cinturones, o incluso crear accesorios como pulseras o collares a partir de botones y tela sobrante. Los proyectos DIY (‘hazlo tú mismo’) no solo son divertidos, sino que también te permiten crear piezas únicas y personalizadas.

Tiendas de segunda mano

Por último, si no te convence ninguna de las ideas anteriores, siempre puedes optar por vender tus prendas en tiendas o plataformas de segunda mano. No falla. Y recuerda, reutilizar la ropa no solo es una forma de contribuir a la sostenibilidad, sino también de mostrar tu creatividad y mejorar tu sello personal. Así que no te lo pienses dos veces a la hora de ponerte con ello, tu bolsillo te lo agradecerá.