Si hay un plan por excelencia de cara al verano esos son los festivales de música, y más tras la pandemia, cuando parece que todo el mundo desea recuperar el tiempo perdido. Asistir a uno de ellos, además de ser un momento divertido en el que disfrutar de la música en vivo, también es una ocasión para que las amantes de la moda den rienda suelta a su imaginación configurando un look divertido con el que dejar huella.
Si algo tiene la cultura festivalera es la apología del ‘todo vale’ en lo que a tendencias se refiere, por lo que el abanico de posibilidades a la hora de elegir es bastante amplio. Eso sí, una de las claves a la hora de dar con el conjunto perfecto, aunque se lleven piezas extravagantes y muy llamativas, es optar aquellas con las que no nos sintamos disfrazadas. Porque no hay nada peor que lucir un estilismo con el que nos veamos inseguras.
Por eso, en primer lugar, lo que hay que hacer es tener conciencia de nuestro cuerpo para elegir con buen criterio los cortes que favorecen y los que no. Ojo con llevar demasiadas transparencias o aberturas que puedan jugar una mala pasada (que luego a todas nos gusta vernos bien en las fotos al día siguiente sin percances que las arruinen). De igual modo, no hay que olvidar que se van a pasar muchas horas de pie y bailando, por lo que la comodidad también es un factor a tener en cuenta.
Por mucho que las modelos e influencers se calcen sus tacones más altos, la alternativa más cómoda son las zapatillas (y para aquellas que sufran de dolor de pies, con unas buenas plantillas) con las que te asegurarás también de no recibir más de un pisotón.
A la hora de decantarse por uno u otro estilo, el boho suele ser el predominante. Una oda a los años sesenta y los outfits más hippies donde los estampados de flores (tanto XXL como Liberty) junto con los prints psicodélicos se hacen con el protagonismo. Tampoco faltan el encaje, los volantes y las transparencias a través de tejidos troquelados como el croché. Los aires románticos también se ven mucho a través de amplios vestidos con vuelo o incluso corsés que recuerdan a ‘Los Bridgerton’, combinados con chalecos y alpargatas o sandalias joya.
Por otro lado, en los últimos tiempos las tendencias futuristas que tanto triunfaron en los años ochenta cada vez se ven más en los ambientes festivaleros. Por ejemplo, los bodys con aberturas y transparencias van a ser un imprescindible, y no hay nada mejor que llevarlos con unos jeans ligeramente anchos, de corte flare, gracias a los cuáles se conseguirá un efecto muy cool; o con faldas ajustadas de lúrex para las que busquen un acabado más dramático. Como remate final, no fallan las gafas de sol que se amplían en los laterales y con cristales de efecto espejo, o los aros de gran tamaño con chockers que se ajusten al cuello.
Teniendo en cuenta que las temperaturas suelen ser bastante altas, los shorts, faldas y minivestidos suelen ser las alternativas que más triunfan. Pero últimamente también se están viendo mucho los vestidos de canalé o semitransparentes con bikinis debajo, opciones para las más atrevidas con las que hacer frente al calor sin perder la esencia festivalera. Los crop tops son otro de los imprescindibles, tanto aquellos cuyo corte recuerda a los bikinis como los que son algo más holgados.
A la hora de lograr que tu elección se vea con un resultado más potente, no hay nada mejor que prestar atención a los pequeños detalles. Por ejemplo, agrega un toque metálico a tu atuendo con prendas de lentejuelas, tops metalizados o chaquetas de lúrex harán que resaltes entre la multitud. Los complementos que recuerdan a los cowboys del Viejo Oeste también son un éxito asegurado: sombreros de ala ancha, botas, blusas con mangas abullonadas o con flecos…
De igual modo, aprovecha las capas y las texturas para crear un estilismo interesante, y ante la duda, recurre al menos es más para no sentirte fuera de lugar en ningún momento.