No dejes que las vacaciones arruinen tu ropa: trucos prácticos para cuidar tus prendas

El verano es sinónimo de buen tiempo, calor y cómo no, viajar. Una época en la que las prendas más ligeras del armario hacen acto de presencia y en donde las maletas se convierten en nuestras mejores aliadas de cara a las escapadas veraniegas. Sin embargo, llevar una agenda tan ajetreada es una cuestión que preocupa a muchas ya no solo a la hora de elegir qué incluir en su equipaje, sino en cómo mantener la ropa para que se mantenga intacta como el primer día. Pues ya se sabe que las altas temperaturas, el sol y el uso de detergentes diferentes a los que se suelen utilizar habitualmente pueden afectar a su apariencia.

Pero que no cunda el pánico, si se implementan ciertos trucos en las rutinas diarias las vacaciones no tienen que suponer un problema ni a la hora de cuidarla ni de prolongar su vida útil.

Trucos de experto para que la ropa se vea como nueva

-Ahórrate la plancha en los viajes tendiéndola de manera muy extendida lograrás un resultado excepcional. En el caso de las prendas muy finas que se arruguen con facilidad, cuélgalas en una percha cerca de la ducha para que el vapor de agua contribuya a neutralizarlas, sin apenas esfuerzo se verán perfectas.

-Lee las etiquetas de cuidado antes de lavar cualquier prenda, asegúrate de leer las etiquetas. Un hecho que parece muy evidente y que sin embargo apenas nadie hace y que puede ser el responsable de que en apenas unas pocas semanas ya no te la quieras poner. Cada pieza puede tener requisitos de lavado específicos, como temperatura del agua, instrucciones de secado y recomendaciones de planchado, así que no te olvides de tenerlas en cuenta.

Lavado

Para mantener la frescura en la ropa de verano, siempre has de separarla por colores, evitando así que se transfieran de los oscuros a los claros. Del mismo modo, ante la duda, añade una toallita absorbente del color para asegurarte de que esto no pase y opta por un detergente suave y libre de productos químicos agresivos. Esto ayudará a mantener las tonalidades y tejidos en buen estado.

En cuanto a la temperatura, el agua templada es suficiente para lavar la ropa de verano ya que si está muy caliente se pueden dañar las fibras y, peor todavía, hacer que encojan. Las prendas delicadas como los bikinis o la lencería, mejor lávalas a mano y tiéndelas en un lugar alejado de la luz solar directa para que mantengan el color intacto.

Protege tus prendas del sol

Y hablando de los rayos UVA. Ya no solo son perjudiciales para tu piel, sino también para tu ropa, especialmente si está expuesta durante largos períodos de tiempo. Por ello, es mejor que las dejes secar a la sombra para prevenir su decoloración.

Almacenaje

Si viajas, procura colgar aquellas prendas más ligeras para evitar las arrugas en exceso y también busca un lugar fresco y seco donde almacenarla (aunque no siempre sea posible) para evitar los malos olores y el moho. Una vez que el verano haya llegado a su fin y tengas que guardarla de nuevo, lo más práctico para encontrar cada prenda en buen estado cuando las vuelvas a utilizar es lavarlas y plancharlas adecuadamente, un detalle que agradecerás en unos meses. Si introduces bolsitas aromáticas en los armarios o cajas en las que vayas a guardarlas, el resultado será inmejorable.

Como ves, cuidar tu ropa de verano no tiene por qué ser complicado siempre y cuando sigas determinadas pautas para ello.