Vaqueros o sujetadores: ¿sabes cada cuánto hay que lavarlos?

Aunque los ritmos de la industria abogan por una moda más pausada y confeccionada con materiales de calidad, por mucho que las prendas del armario estén confeccionadas con los mejores tejidos, el cuidado que reciban resultará decisivo en su durabilidad y estado. Para lograr que se vean igual de cuidadas que el primer día, todo cuenta. Desde el modo de guardarlas, a cómo se usen, y por supuesto, el tipo de lavado.

Normalmente las dudas suelen surgir con las piezas más delicadas en tejidos como la lana o el satén y la seda. Pero hay otras que se utilizan en el día a día a las que no se le presta tanta atención y que, con unos sencillos cuidados, podrían durar mucho más. Hablamos de los vaqueros y sujetadores, dos imprescindibles en el armario femenino independientemente del estilo que se tenga, y que enseñamos cómo se deben lavar para que se mantengan perfectos.

Vaqueros

En el caso de los jeans, lo primero que hay que saber es que se trata de un material que no necesita ser lavado después de cada uso. Es más, puede resultar contraproducente hacerlo demasiado ya que el tejido se puede desgastar muy fácilmente. En el caso de que no tengan manchas ni olores, lo mejor es llevarlos varias veces antes de meterlos en la lavadora.

De igual modo, para mantener su forma y color de tus vaqueros, lo mejor es lavarlos del revés. De este modo protegeremos la superficie externa del tejido y se reducirá el desgaste causado por la fricción con otras prendas durante el ciclo de lavado.

Lo primero que hay que preguntarse es si es más conveniente el lavado a mano o a máquina. Es más preferible el primero ya que minimizará el desgaste, pero somos conscientes de que no siempre es fácil sacar tiempo para hacerlo.

Para las que elijan la lavadora, hay que tener en cuenta dos factores. La temperatura del agua y el detergente. Lo más indicado es hacerlo con agua fría o ligeramente templada, pues la caliente además de hacer que el color se desvanezca con más facilidad, puede hacer que encoja. En cuanto al detergente, decántate por uno suave y que carezca de agentes blanqueadores.

¿Y qué pasa con el secado y el planchado? A ser posible, mejor no utilizar la secadora ya que puede deformarlos; y en lo que concierne a si se planchan o no, si se secan y tienden muy estirados, no es necesario. En resumen, cuanto más suave y sencillo sea todo el proceso, mejor.

Sujetadores

En este caso sí que es una prenda más delicada que los vaqueros que convendría que se lavase a mano con el fin de mantener la forma y soporte intactos. Lo más acertado es lavarlos cada 2 o 3 usos ya que, al estar en contacto directo con la piel, tienden a acumular aceites corporales y suciedad, lo que puede afectar su elasticidad y comodidad.

Para las que lo hagan de esta manera, deben usar una temperatura templada para no dañar las fibras elásticas, así como un detergente lo más suave posible. Al hacerlo, conviene evitar retorcerlos o frotar demasiado si no queremos que pierdan su forma. Para aquellas que opten por la lavadora, lo ideal sería emplear un programa corto o para prendas delicadas. Igual que con los vaqueros, mejor prescindir de la secadora y dejar que se sequen al aire.

También el modo de guardarlos resultará clave para que se vean bonitos y cuidados. ¿Lo mejor? Colocarlos extendidos uno encima de otro en un cajón o utilizar un organizador de sujetadores. No falla.