{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Nueve meses lleva Ana Obregón, desde que naciese su nieta Ana Sandra el pasado mes de marzo, narrando cómo la llegada de la hija póstuma de Aless Lequio le ha cambiado la vida. Son muchas las ocasiones en las que la actriz y presentadora se ha sincerado respecto de cómo la niña le ha hecho cambiar "lágrimas por pañales", en sus propias palabras, resumiendo el giro de ciento ochenta grados que ha experimentado desde entonces. Esta tarde, tras algún que otro cambio de fecha, la pequeña protagoniza su primer evento: el de su bautizo. Analizamos el look escogido por su abuela para la ocasión.
La bióloga se ha decantado por un estilismo monocromático para la que es la primera gran reunión familiar pública en meses, que ha reunido a todo el clan y en la que el gran ausente ha sido Alessandro Lequio. Apenas unos minutos antes de las cinco de la tarde, Obregón aparecía, muy sonriente y con la pequeña en brazos, en las inmediaciones de la iglesia de Nuestra Señora de La Moraleja luciendo un look totalmente en rosa.
El conjunto, que recuerda a la estética de Grace Kelly o incluso al mítico traje rosa de Jacqueline Kennedy, ha consistido en chaqueta y falda, larga y plisada. Como complementos a juego, la presentadora ha optado por unos zapatos de tacón en el mismo tono y una diadema también a juego.
Ana ha querido que la conexión con su nieta de la que lleva meses hablando viera su reflejo, también, en las opciones estilísticas del gran día de la pequeña. La bebé ha vestido de blanco, utilizando el mismo faldón con el que fue bautizado Aless Lequio hace ya tres décadas. Pero como nota de color, la pequeña llevaba un chupete en tono rosa también, aunque más próximo al fucsia.
Uno de las frases que hemos oído a Ana en esta nueva etapa vital como abuela, en la que ha "vuelto a la vida", es se ha "reconciliado con Dios" tras la muerte de Aless. Es por eso que decidió, tras el nacimiento, dejar el luto que vestía desde entonces, y que se reflejaba en atuendos totalmente monocromáticos en negro o blanco (que simboliza la pérdida en numerosas culturas). Desde entonces, hemos podido ver a la actriz y presentadora lucir estilismos totalmente coloridos en sus apariciones públicas o en las imágenes del día a día que ha ido compartiendo en sus redes sociales.