Desde hace años cuando se acerca la Feria de Abril, proliferan en TikTok y otras redes sociales cientos de vídeos que explican cuál es la forma adecuada de llevar el vestido de flamenca. Gracias a esto, los trajes regionales han vuelto a la actualidad y más allá de la típica indumentaria de flamenca, que quizás sea la más asociado a España, otros, como el de chulapa, típico de Madrid, también ha recuperado la época de esplendor que vivieron hace años. Esto ha sido posible gracias a las nuevas generaciones de madrileñas que han retomado el interés por la cultura popular de la verbena, el mantón de manila y, por supuesto, de los vestidos cuajados de entredoses.
Con San Isidro a la vuelta de la esquina, en redes sociales se acumulan publicaciones de jóvenes de la capital española (o que viven en ella) que lanzan el mensaje de que no hay nada que envidiar a la comunidad andaluza. Quieren ensalzar el valor del traje regional de "la cuna del requiebro y el chotis" en un año en el que el Ayuntamiento de la capital, en su web, ofrece los patrones tradicionales para confeccionar vestidos y trajes típicos de San Isidro gracias a la colaboración con la Asociación Creadores de Moda de España con el objetivo de "perseguir la pervivencia de la artesanía tradicional y de la herencia castiza de Madrid".
Pero si no te atreves a crearlo en casa, no es necesario, porque en la ciudad sobreviven auténticos templos que se dedican desde hace décadas a la venta de este traje regional y confirman que la fiebre por vestirse de chulapa es real. Maty, en la céntrica Puerta del Sol, es uno de los más icónicos, lo abrió Matilde Urrutia en 1943, con tan solo 14 años y allí a día de hoy todavía siguen cogiendo el bajo a faldas de chulapa. En su web se pueden encontrar trajes que van desde los 170 euros hasta cerca de los 500 euros, y chalecos forrado rondando los 60 euros o los 37 sin forro.
Tanto en este establecimiento, como en otra parada imprescindible para ataviarse en San Isidro, Pertiñez, afirman que la demanda ya se comenzó a notar el año pasado y continúa este 2024. El tercer punto imprescindible es Carmen 17, un local de confección a medida cuyo lema es el "nuevo chulapeo" con diseños más modernos a través de trajes de falda de dos piezas para poder llevarlo junto o por separado, usando la blusa con un vaquero o la falda con una camiseta más casual para darle así mayor recorrido al traje. En este caso, los precios rondan desde los 80 a los 600 euros, dependiendo del tipo de pieza.
Los que más saben de trajes de chulapa y chulapos (compuesto, entre otras piezas, por la gorra o "parpusa", el pañuelo o el chaleco o "gabriel"), también han notado un cambio respecto al segmento de población que se interesa por vestirse con la indumentaria tradicional, como han señalado desde Maty a El periódico de España, o desde Pertíñez a la cadena Cope. Mientras que antes el grueso de las personas se concentraba entre los mayores, ahora esto ha dado un vuelco y se observa cómo la ilusión ha renacido entre los mas jóvenes que acuden en grupo a buscar su traje para ir el 15 de mayo a Las Vistillas.
En esto también han tenido que ver con influencers como María Pombo, Inés Hernand o, Eme de Amores. Esta última, una andaluza afincada en Madrid ha decido, igual que hizo en su momento con el traje de flamenca, o de la Semana Santa, compartir sus originales atuendos de chulapa en TikTok. En la misma plataforma también se ha viralizado un audio con una reinterpretación del chotis 'Madrid', compuesto por Agustín Lara, en este caso en la voz de Vera Noor. Este está sirviendo para que cientos de usuarios expresen su vinculación y orgullo por la ciudad.
Uno de los mayores daños perpetrados al traje de chulapa y al cualquier traje regional es la perversión del mismo, utilizándolo y referenciándolo como un disfraz. El traje de chulapa es la vestimenta típica de las madrileñas de finales del siglo XIX y principios del XX. Como toda indumentaria, en aquel momento, esta manera de vestir era una forma de identidad. Dependiendo del barrio, estas mujeres adoptaban una forma de vestir que acompañaban de un determinado comportamiento social. Este es el enfoque correcto y lo que se pretende homenajear con el traje de chulapa cada 15 de mayo.