Anoche Madrid se vistió de gala para acoger algunos grandes eventos que congregaron a caras muy conocidas del panorama social español. Algunas de estas invitadas se encontraron la circunstancia de estar invitadas a dos de estas citas, en esta situación lo lógico es decantarse por una de ellas. Sin embargo, María Pombo, aprovechando que dos de los eventos a los que estaba convocada -los Premios de la Academia de la Moda y la gala benéfica de Telva y La Roche Posay por la investigación del cáncer-, se celebraban en la misma ciudad, no quiso faltar a ninguno de ellos y decidió hacerse una maratón de alfombras rojas, deleitándonos con dos impresionantes looks.
En primer lugar, siendo un absoluto referente en el mundo de la moda, no se quiso perder la primera edición de los Premios de la Academia de la Moda, que se celebraron con el marco incomparable de la Biblioteca Nacional. Personalidades de la moda y de otros ámbitos de la cultura arroparon esta convocatoria que tuvo como anfitriona y maestra de ceremonias a Nieves Álvarez. La modelo madrileña eclipsó el atardecer madrileño con un impresionante vestido rojo firmado por Redondo Brand y esta misma rúbrica fue la que creó este primer look de María Pombo. La influencer apostó por un vestido en un tono mucho más suave, un malva, que destacaba sobre la alfombra roja extendida en la escalinata y sobre su piel bronceada.
Jorge Redondo, a la dirección de la firma y amigo personal de la creadora de contenido, ideó para ella un vestido de costura a medida confeccionado en gasa de seda. Es un diseño drapeado sobre la silueta de María con un 'cut out' lateral y una impresionante cola de dos metros y medio. El vestido de inspiración griega, tiene un escote asimétrico y juega con los volúmenes, con un detalle de tejido enroscado sobre sí mismo que cae sobre el pecho.
De ahí la influencer se fue al evento organizado por Telva y La Roche Posay. Podría haber asistido con el mismo look, pero haciendo un alarde de profesionalidad decidió hacer un cambio de look exprés y aparecer en la cena con un look completamente diferente. Para esta cita aposto por un vestido negro ceñido al cuerpo, con manga a la sisa y escote cuadrado. El foco de atención de este diseño estaba en la zona de la cadera, pues se decora con una pieza de color fucsia con mucho volumen que pone el contrapunto a la sencillez de la pieza base. Se trata de una especie de cinturón caído hacia un lado que da un giro de 180 grados al diseño.
Lo sorprendente es que a la influencer no le dio tiempo solo a cambiarse de vestido, sino que también quiso cambiar su look de belleza. Si para el prime evento onduló su cabello y lo recogió en una coleta baja, en la segunda cita la vimos con su melena suelta, manteniendo la raya lateral y las ondas que llevó en el primer peinado.