La falda blanca es uno de esos imprescindibles del armario estival que cada año vuelve en diferentes patrones y formatos. De ella se dicen muchas cosas, casi todas buenas, como que es un básico atemporal, que la puedes llevar a todas horas o que pega con todo, pero la última afirmación no es del todo cierta. En el vídeo que encabeza la noticia te mostramos los diferentes looks con los que puedes combinarla.
En teoría, el blanco es un neutro que se puede combinar con cualquier otro color, pero construir un look con una falda blanca como base exige pensar en cuál es exactamente el mensaje que quieres dar, porque no vas a trasladar el mismo mensaje si eliges un modelo lencero inspirado en los 90, que si apuestas por una falda boho de estilo ibicenco o por una falda abullonada, un patrón que se ha recuperado de los años 80 y este año están de absoluta tendencia.
Cuando hablamos de una falda de estilo ibicenco imaginamos un modelo que respira verano, generalmente largo y con vuelo, confeccionada en un tejido fluido que en ocasiones es calado o semitransparente. Lo fácil es caer en la obviedad y crear un look de inspiración adlib en clave monocolor, que no está mal, pero no es ninguna novedad.
Se le puede dar un giro radical sin que pierda totalmente su esencia, especialmente si queremos llevar la falda blanca ibicenca al terreno urbano. Esa fue la apuesta de Nieves Álvarez, que dio una lección de estilo en el front row de la Alta Costura de París sin salir del balco total, pero haciendo un giño al estilo cowboy.
Las faldas lenceras suelen ser diseños de corte ligeramente evasé o cortado al biés, que se confeccionan en tejido satinado. Son modelos discretos pero sofisticados, así que agradecen que te los lleves a un terreno más casual con prendas de diario como una camiseta básica negra. Eso sí, no te olvides de darle un plus con los complementos.
Otra opción es darle un giro más cañero a la falda lencera, como hace Sienna Miller, que apuesta por un look ecléctico combinando su falda noventera rematada con encaje, con una cazadora de cuero oversize muy actual y unas sandalias con plataforma de estilo setentero.
La falda blanca de vuelo, ya esté confeccionada en tul o en tejidos con cuerpo como el tafetán, son las mejores aliadas de las chaquetas sastre. Así lo demuestra Carmen Lomana, que ha optado por crear un look en blanco y negro donde no faltan básicos muy bien elegidos.
Otro modelo con vuelo es la falda globo que esta temporada llega en todas las medidas, especialmente en tamaño mini y midi. Son prendas llamativas que es mejor combinar con prendas sencillas, de hecho, a Natalia Lacunza le basta una camiseta ajustada para completar su look.
A las más románticas, las faldas blancas de encaje, les va muy bien bajarle tantas dosis de romanticismo con prendas más sobrias y estilismos más transgresores. Esa es la propuesta de Manuela Velasco, que ha combinado su falda de encaje con una camisa blanca larga (que hace las veces de miniforro) y completa su look con complementos negros.