Era uno de los estrenos más esperados del Festival de Venecia y, como este año al mundo le ha dado por cronometrar los aplausos post-premier, hay que señalar que `Jocker: Folie à Deux’ ha cosechado un gran éxito con una ovación de 11 minutos.
Más allá de la película, que como todas cosechará buenas y malas críticas, quien no ha defraudado a su paso por el Festival ha sido Lady Gaga, que en la película da vida a Harley Quinn, quien ha lucido dos lookazos de Dior que nos han dejado sin aliento.
De negro y recurriendo a la alta costura de París, la cantante y actriz posaba por la mañana a su llegada a la ciudad de los canales con un look lady de inspiración vintage, cambiando radicalmente de estilo para la noche del estreno, en la que desplegó toda su fantasía y la excentricidad de la que suele hacer gala.
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El negro se ha convertido en el mejor recurso de la 81 edición del Festival de Venecia y Lady Gaga lo confirmaba con un look nostálgico de tintes franceses en el que, como no podía ser de otro modo, la firma elegida era Dior, la misma que elegía para su actuación en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París.
El modelo elegido por la cantante es un vestido de alta costura negro de Dior de largo midi, confeccionado en tejido de terciopelo con de escote cuadrado, manga abullonada, cuerpo ajustado y falda de vuelo.
Completó el look con un casquete negro que le daba un aire muy parisino y zapatos negros de salón con plataforma y tacón de vértigo de Christian Loboutin. En cuanto al look de belleza, optó por peinar la melena con un semirrecogido y un maquillaje suave en el que destacaban los ojos marcados con eyeliner y máscara de pestañas.
Para la noche, la neoyorkina volvía a confiar en la alta costura de Dior apostando de nuevo por el negro, pero cambiando radicalmente de estilo. Para la alfombra roja elegía un look radicalmente opuesto con modelo en tejido combinado, de escote pronunciado y corte ajustado hasta la cadera, de la que parten varios godets tubulares que dan al vestido un aspecto escéntrico y escultural.
El otro gran protagonista del look de Lady Gaga fue el tocado de Philip Treacy, una pieza de encaje con detalles de azabache creada para su colección de otoño 2001, que ha pasado a la posteridad en un retrato de Diego Uchitel para Isabella Blow. Completó su look con joyas de Tiffany and Co. y unos labios rojos perfectamente perfilados.