Los muebles zapateros, en general, suelen tener compartimentos idénticos, lo que viene genial para guardar zapatillas de deporte, zapatos e incluso botines, pero ¿qué hacemos con las botas de caña alta? Habitualmente las guardamos en estos mismos compartimentos doblándolas. Sin embargo, lo más probable es que esos pliegues terminen agrietándolas o formando antiestéticos dobleces… en el mejor de los casos. Tranquila, porque hemos encontrado la solución perfecta para poder guardar tus botas altas en perfecto estado y esa solución la tiene Ikea.
Hay personalidades de internet, como Ana (@annienicethingslover) que tiene un magnífico banco/baúl rígido y forrado en terciopelo en el que las guarda completamente extendidas, de manera que todas ellas quedan ordenadas a la perfección.
Pero sucede que no todas contamos con un mueble tan estupendo como ese, así que necesitamos tips más económicos y asequibles, una solución de almacenaje que nos permita guardar nuestras botas altas sin que sufran desperfectos y, de paso, sin que ocupen más espacio del estrictamente necesario. Y si hay un rey en las soluciones de almacenaje ese es Ikea.
Hemmafixare es una solución de almacenaje de Ikea pensada para guardar tu ropa y, por supuesto, tus botas altas. Puedes guardarlas bajo tu cama, en un altillo de tu armario o en el vestíbulo. Estas cajas tienen varias ventajas: primero, que puedes apilarlas; segundo, que si las guardas bajo tu cama tendrás la opción de almacenar alrededor de 6 u 8 cajas, según el tamaño que escojas, claro. Y por último, que sus cremalleras hacen muy fácil el acceso a tus botas y las protegen del polvo y la suciedad.
Dispones de varios tamaños de la caja Hemmafixare: una pequeña de 34 cm de fondo por 51 de ancho y 28 cm de alto (13,99 euros), otra mediana y más baja (44x51x19 cm, 16,99 euros) y la más grande, de 69x51x19 cm y un precio de 18,99 euros. Escoge según el número de botas altas que quieras guardar y la longitud de caña que tengan. Lo maravilloso de Ikea es que te indica la medida de todo, así que no tienes más que tirar de metro.
Buceando en las redes sociales, algunas de las influencers sugieren meter dentro de la caña el cartón en torno al cual se enrollan los rollos de papel de cocina, una vez los hemos terminado. Una solución práctica y muy sostenible para que nuestras botas altas no se doblen, y que podemos sumar a su almacenaje en cajas como la de Ikea o usar por separado.
Otra solución estupenda: cortar un trozo de esos flotadores tubulares a los que solemos llamar churros que se usan en la piscina o en la playa. Este material, que suele ser una espuma sólida prácticamente indeformable, es ideal para que la caña de tus botas permanezca intacta.
Pero si tienes un espacio en el que caben de alto, hay un truco espectacular para evitar que se doblen: únelas en el extremo superior interior de la caña con una pinza de la ropa. Sencillo y supereficaz.
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