Ya ha dado comienzo la 71ª edición de la Fashion Week Madrid. Este miércoles se celebraba la presentación de la colección de Otoño/Invierno 2020-2021 de Andrés Sardá. Un desfile que ha mutado en homenaje al diseñador, que falleció el pasado 15 de septiembre. Como colofón final, tras hacer un recorrido por su trayectoria a través de sus diseños, Vanesa Lorenzo, Judit Mascó, Verónica Blume y Marina Klein han vuelto a subirse a la pasarela para dar su último adiós al maestro de la lencería.
Las cuatro han sido las encargadas de abrir el desfile. Un show en cuatro actos que arrancaba haciendo un guiño a los inicios de la firma, muy enfocados al desarrollo del encaje. Mascó, con mantilla y falda de tubo, era la primera en hacer acto de presencia con una reinterpretación del look que Sardá diseñó para Jackeline Kennedy en su icónica visita al Vaticano.
Con la segunda parte, la marca ANDRÉS SARDÁ ha reivindicado la revolución que instauró su creador en la moda íntima femenina. Muchísimo antes del boom de Victoria's Secret, este barcelonés ya vio que la lencería femenina también podía ser alta costura. De ahí que se haya trasladado a la pasarela la evolución de las fajas ortopédicas a los tejidos de lujo y diseños delicados. El paso de la comodidad a la sensualidad hecho desfile.
El tercer acto, donde se han rescatado algunos de los diseños más icónicos del barcelonés, ha terminado con el último, un reflejo de lo que supone la firma en la actualidad. Una versión actualizada pero con la esencia Sardá siempre presente que ahora tiene como cabeza pensante y directora creativa a Núria, su hija y heredera del imperio. Su entrada tras el carrusel, sumada a un minuto de silencio en honor al maestro de la moda, han hecho este uno de los desfiles más emotivos de la temporada. Por eso el nombre, 'Tribute', con la reaparición de sus musas y su recuerdo presente.