Seis ideas para ponerte una bufanda este invierno y no llevarla siempre igual

Es la época de sacar la ropa más calentita del armario y, entre nuestras preferidas se encuentran las bufandas, capaces de abrigarnos y de convertirse en el accesorio perfecto al mismo tiempo. Por eso no hay invierno que no tengan una presencia destacada en los estilismos de las influencers más top, y que a nosotras nos encante contar con diferentes modelos en el armario.

También es cierto que, a veces, podemos sentir que entorpecen el look, o que se enredan en el peinado, y nos cueste más llevarlas que unos desapercibidos y eficaces guantes. Por eso nos hemos fijado en las que más saben de moda, y no solo no renuncian a su bufanda cuando llega el frío, sino que saben sacarle todo el partido a la hora de crear sus mejores outfits. Las hemos recopilado para ti, para que no te falten ideas para llevar tu bufanda este invierno.

Es más sencillo llevar una buena bufanda con acierto que un gorro, las cosas como son, y es muy posible que te veas en la calle, con las temperaturas por los suelos, deseando cubrirte la cabeza. La buena noticia en ese caso es que tu bufanda, no solo te será practica, sino que te quedará fenomenal cuando te cubras entera con ella.

Estilazo total es lo que vas a desprender si llevas tu bufanda abierta como un chal. Esta opción es ideal para llevar una capa más de abrigo, pero sin la necesidad de cubrir el cuello si no tienes mucho frío. La puedes cerrar, abrir, enrollarla cuando sea necesario… Y siempre irás perfecta.

Esta es una de nuestras opciones favoritas para incluir la bufanda de la forma más trendy: en un look monocromático. Este tipo de looks son tendencia total, puedes llevarlos en el color que más te apetezca, y es una maravilla cómo la bufanda queda completamente integrada. De nota.

Esta forma de llevar la bufanda es una de las más habituales y es imposible fallar. Eso sí, hay trucos para que el resultado sea de nota. El más sencillo es llevar un look en tonos lisos y llevar una bufanda estampada, o en un color que contraste, y que se lleve todo el protagonismo. Ideal.

Lo más sencillo no tiene que estar reñido con el estilo, ni mucho menos. Las bufandas tienen una función clara que es abrigarnos y son una prenda bonita. Con esas dos premisas tenemos la licencia total para llevarlas completamente enrolladas al cuello, dándonos todo el calorcito que buscamos y sin perder ni un ápice de glamour.

Admitimos que esta forma de llevar una bufanda es de nota, pero es tan espectacular que no podíamos pasarla por alto. Como puedes observar, la idea es llevarla cubriendo la mitad del cuerpo y sujeta con un cinturón. Es cierto que quizás lo último que consigas llevándola así es abrigarte el cuello, pero no podemos negar que queda de escándalo.