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Cuando recibimos una invitación a cualquier tipo de evento es cada vez más habitual que nos encontremos con una indicación acerca de cómo debemos ir vestidos y que recibe el nombre de “dress code”. Se trata de un código de vestimenta en el que se incluyen diferentes tipos que marcan el tono de la reunión, y que debemos seguir siempre que venga señalado. Si pretendes saltarte las normas, adelante, pero asegúrate de hacerlo con el suficiente estilo para no destacar de manera negativa. Y si lo que quieres es cumplir con el protocolo establecido, algo del todo recomendable, es posible que interpretar el dress code marcado te resulte algo farragoso. Por eso te contamos cuáles son los tipos más habituales y cuáles son las claves de cada uno para que no corras el riesgo de desentonar en ningún evento al que vayas a asistir.
Empezamos por el que más nos gusta, porque es el menos complicado y el que más se acerca al estilo de cada uno. La idea es que vistas cómoda y según tus preferencias, por lo que puedes optar por vestidos, pantalones (incluyendo los vaqueros), zapatos planos o de tacón, e incluso zapatillas. Lo importante es que te sientas tú misma.
Eso sí, casual no quiere decir relajado o “tirado”. Independientemente de que se respete el estilo propio, no está de más añadir que este debe mostrar su versión más cuidada, incluso si llevamos vaqueros o deportivas. Del mismo modo, tampoco es bueno intentar curarse en salud y arreglarse más de la cuenta, porque eso sin duda también podría hacerte desentonar.
Este tipo de dress code es el que se utiliza en el ámbito laboral, en todo aquel evento que, se celebre cómo se celebre, siempre lleva implícito el concepto de reunión. Eso significa que no puedes salirte mucho de lo que ya conoces de tu empresa, aunque lo adaptes a tu estilo.
Si trabajas en un entorno empresarial o jurídico, por poner algún ejemplo, estarás dentro del Business Casual, y la elección de la vestimenta irá encaminada hacia los trajes de chaqueta o la falda lápiz con blusa. El zapato: tacón alto o semitacón.
El Smart Cassual se utiliza para entornos laborales más distendidos y creativos, en los que la ropa también tiene mucho que decir. En este caso puede que prescindir del traje nos confunda y nos haga ir hacia el Casual más relajado, pero nada de eso. Estamos en un entorno laboral, así que no debemos bajar la guardia nunca bajo ningún concepto.
Es uno de los más utilizados en los eventos de tarde, como presentaciones, pero también en cenas. El little black dress (LBD) es el clásico que nunca falla y con el que te verás impecable. También puedes optar por el colorido e incluso, si el evento tiene un carácter marcadamente festivo puedes coquetear con la idea de un vestido con brillos discretos. Eso sí, recuerda que antes de las 18h han de ser colores claros, y después de esa hora ya puedes decantarte por los más oscuros. También es importante que respetes el largo del vestido, ya que no debe exceder la parte inferior de la rodilla. El traje pantalón con zapato de tacón medio es otra opción excelente. Si vas acompañada, un accesorio complementario puede ser un toque perfecto para rematar ambos looks.
Es el dress code reservado para las celebraciones de carácter más informal, como cumpleaños, o cenas y fiestas de navidad. Como punto de partida hay que pensar en el dress code de cóctel, pero añadiéndole un toque desenfadado. Las faldas hacen su aparición y los pantalones siguen siendo acertados. El detalle que hará que tu outfit sea claramente festivo será que incorpores una prenda con brillos o lentejuelas. Siempre funcionan.
Puede resultar un dress code algo confuso, e indica que puedes llevar etiqueta formal o semiformal según lo prefieras. Es decir: muy elegante o elegante con un punto casual. Eso sí, sin pasarte para no desentonar. Aquí no es necesario que tires la casa por la ventana, pero sí que cuides los detalles: zapato alto, joyas, un buen clutch… todo suma y es posible que unos complementos acertados sean la clave para realzar un discreto vestido, que preferiblemete será largo. Los hombres pueden elegir entre el clásico esmoquin y un traje de tonalidad oscura.
Si te encuentras con un “creative black tie'', te están pidiendo que introduzcas en tu outfit algún elemento original, ya sea en la combinación de colores, en los tejidos o en el tipo de complementos.
Es el dress code más formal de todos. Está reservado para las grandes celebraciones, como eventos gubernamentales, bodas muy elegantes o la ópera. No debes saltártelo nunca. Los hombres han de llevar frac, y las mujeres vestidos largos en tonos neutros. Se permiten las faldas amplias y con volúmenes. Los zapatos, por supuesto, de tacón.