Cómo vestir a los cuarenta no es una pregunta que se responda con una fórmula matemática, cada hombre tiene su estilo y a esa edad está perfectamente definido. Existen ciertos básicos que utilizan casi todos los hombres, de los más clásicos a los más transgresores, y es el modo de combinar sus prendas lo que difiere radicalmente de unos a otros. En eso consiste el estilo.
Igual que ocurre con las mujeres, para construir un armario a partir de los cuarenta hay que hay que hablar de tres reglas: invertir en básicos de calidad que duren muchos años, atreverse con algunas piezas especiales y poner atención en los complementos.
Estos son los imprescindibles de un armario cápsula para hombres de cuarenta años que podrán mezclar con cualquier tendencia.
Ya seas de vaqueros, de pantalones de pinzas o de chinos, para usar a diario debes encontrar un par de modelos que te favorezcan y si pueden ser de calidad, estarás haciendo una buena inversión. Apuesta por tonos neutros como negro, azul o los tonos tostados para que puedas combinarlo fácilmente con cualquier otro color. Para los pantalones de diario es mejor olvidarse de las últimas tendencias y elegir patrones clásicos que no se pasen de moda la próxima temporada. Fuera de los de diario añade a tu armario alguna pieza especial: un pantalón extra ancho, alguno estampado o unas bermudas.
Entre tus básicos tampoco deben faltar camisas y camisetas blancas, dos piezas imprescindibles a las que recurrir para combinar con cualquiera de tus pantalones de diario. Además de las básicas, debes contar con un modelo de camisa de cuello duro para usar con traje, otro de los imprescindibles a partir de los cuarenta. A las básicas puedes añadir todas las que te apetezca, de las más sencillas a las más frikis.
Aunque no seas de usar chaquetas de manera habitual, es importante contar al menos con un traje del que tirar cuando sea necesario. Elige un modelo clásico si solamente vas a tener uno. Si recurres a ellos frecuentemente, lo deseable es contar con un par de modelos discretos e ir añadiendo modelos más especiales para los cambios de temporada.
Pocas prendas son capaces de aportar a un hombre el toque de distinción que da un abrigo clásico. Si no quieres equivocarte, elige un modelo que no sobrepase las rodillas, en azul marino, negro, camel o de mezclilla, son apuestas seguras que podrás combinar con los vaqueros o llevar sobre un traje de chaqueta e incluso mezclar con cualquier tendencia, por muy arriesgada que sea.
Seguramente las zapatillas deportivas son el calzado con el que te sientes más cómodo y ahora es habitual llevarlas tanto con los vaqueros como con los trajes sastre, pero no descartes contar con otro tipo de calzado que marque la diferencia con el resto: botines, sandalias, zuecos y por supuesto alguno más formal como unos Oxford o unos mocasines para ocasiones en que las zapatillas están fuera de lugar. Recuerda que ya tienes cuarenta años y esas ocasiones se presentan con más frecuencia de la que imaginas.
Para un armario básico, los complementos son el recurso con el que marcar la diferencia. Una bufanda de lana extralarga, unos guantes de piel, un sombrero, un pañuelo de seda, un bolso tote, unas gafas de sol especiales o, para los más atrevidos, alguna joya, son extras que transforman un look corriente en un lookazo.
Que tengas un armario cápsula no significa que no apuestes por las tendencias. La idea es no dejarse llevar por ellas y elegir sólo aquellas que están en línea con tu estilo y que te favorecen. Sigue el mismo consejo que le dimos a las mujeres de cuarenta: di no a toda esa ropa que no te resulte útil, bonita o divertida y, por supuesto, a toda la que no se siente como un guante.