Mila ha sido la gran musa de Ágatha Ruiz de la Prada, pero también su amiga y uno de los grandes reclamos de su firma de moda. Hace unos días, la diseñadora le dedicaba el premio que recibía en la Pasarela Larios de la Málaga Fashion Week. Ayer, tras confirmarse la muerte de la colaboradora a los 69 años por un cáncer de pulmón, la recordaba entre lágrimas como una mujer inteligente de gran categoría humana y confesaba que Mila llevaba su ropa por amor y generosidad.
Lo cierto es que la amistad entre ambas se remonta a 2018 y surgió en un plató de Sálvame Deluxe. Durante una entrevista a la diseñadora, la periodista confesó que le encantaban los diseños de Ágatha y ella le respondió que los podía lucir cuando quisiera.
Tras una pública declaración de amor a la marca, empezó una amistad entre las dos mujeres, dentro y fuera de las cámaras. Esta alianza ha llevado a Mila a lucir más de cien modelos de Ágatha Ruiz de la Prada, a colaborar con la firma en el diseño de una colección de kaftanes en 2020 e incluso a desfilar para la marca en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid.
Corazones a todo color
Las primeras elecciones de Mila Ximénez fueron los inconfundibles corazones de Ágatha. La periodista dejó muy claro que su apuesta por la firma más colorida de la moda española iba en serio con un traje sastre en verde pistacho estampado con corazones fucsias.
Los corazones se convirtieron en una debilidad para la periodista, que recurrió a ellos en numerosas ocasiones estampados en todo tipo de prendas: en forma de vestidos, faldas y pantalones de todos los colores conocidos, en total look o combinados con otras piezas lisas.
Pero también se dejó seducir por otros estampados característicos de la marca, las prendas con estrellas, los lazos pilucas, sus divertidos vestidos confeti o sus conjuntos de mil rayas de colores. Ropa que la periodista ha paseado casi cada semana por los platós de Sálvame declarando que era una de sus marcas favoritas.
Otra de las apuestas favoritas de Mila Ximénez eran los vestidos de punto en bloques de color. Sus preferidos, los vestidos largos de aspecto cómodo, pero con un toque de sofisticación, que ella defendía con estilo y mucha actitud.
La periodista también encontró opciones lisas en las colecciones de Ágatha, vestidos en tonalidades vibrantes, en colores como el rojo pasión o el azul Klein que le subían el ánimo porque, según confesaba, “Agatizada siempre te sientes mejor”.
Los vestidos camiseros
Igual que para cualquier mujer, los vestidos camiseros se convirtieron en uno de sus grandes aliados. Son vestidos cómodos, muy versátiles y que favorecen mucho, virtudes a las que Mila sumó la de rejuvenecerlos con el color de Ágatha y añadiendo un par de deportivas a sus estilismos.
Tras años de mutuas muestras de cariño, la periodista y la diseñadora se lanzaron a una empresa conjunta: una colección diseñada por ambas. Para Ágatha ha sido una de las colecciones más importantes, pero fue una experiencia difícil; para Mila toda una aventura que tuvo su culmen en el desfile de la MBFW Madrid, con ella desfilando en la pasarela y compartiendo aplausos con su amiga.
De esta unión nació la colección “Mila”, una línea de túnicas y kaftanes con el sello inconfundible de Ágatha Ruiz de la Prada y el toque personal de Mila Ximénez: derroche de color, enormes estampados y siluetas amplias que sientan bien a cualquier edad, estatura y morfología.
En estos años de amistad ambas se han demostrado un cariño y apoyo mutuos que han publicado a través de sus respectivas cuentas de Instagram. Desde aquél primer posado de la periodista con un sastre de Ágatha, la diseñadora siempre ha respondido agradecida porque, como ha confesado en algunas ocasiones, Mila agotaba existencias.