Tras años en los que las paredes blancas han reinado en las casas, al más puro estilo escandinavo, llega la hora de dar un giro a la decoración del hogar con una inyección de personalidad. Y para ello no hay nada mejor que el papel pintado, que llega dispuesto a llenar de vida cualquier rincón de nuestra casa. Eso quiere decir que puedes utilizarlo en cualquier estancia: salón, baño, dormitorio, cocina… incluyendo pasillos o despachos.
Hay de diferentes tipos, y con estampados y tonalidades para todos los gustos. Además son económicos y fáciles de poner y quitar. Sin duda, son la manera más sencilla de renovar el estilo de tu casa. Así que te contamos qué tipos de papeles hay y te damos ideas para que te animes a empapelar de estilo tu casa.
No todas las habitaciones de la casa tienen el mismo uso, por eso resulta interesante conocer los diferentes tipos de papel pintado que puedes encontrar. Hay habitaciones, como el baño, en la que te interesa que el papel sea más resistente para resistir la humedad. En cambio, en la cocina, es mejor buscar uno que se limpie con facilidad.
Los papeles pintados de tela son estupendos para el salón. Allí es donde mejor lucen y resisten más tiempo. Aunque hay algunas variantes de este papel, suelen estar realizados por fibras vegetales.
Los papeles pintados de vinilo están ganando cada vez más terreno en decoración por diferentes motivos. Son fáciles de poner, hay infinidad de diseños y, sobre todo, son muy resistentes a la humedad y se limpian con facilidad. De hecho, solo necesitas un paño húmedo para eliminar las manchas. Por eso son estupendos para utilizar en cocinas, baños o estancias propensas a las manchas, como las habitaciones infantiles.
Los papeles pintados de textil con vinilo están hechos con base de textil a la que se le añade una capa de vinilo. Funcionan muy bien en las habitaciones, el baño o la cocina, además de en zonas con mucho movimiento como el pasillo.
Aunque el papel pintado no haya pasado de moda, ni mucho menos, lo que ya no es tendencia es empapelar con él todas las paredes de una habitación, salvo en excepciones. Lo ideal es elegir una para crear juegos de profundidad y contraste con el resto de la casa. Y aunque tú tienes la última palabra acerca de qué pared es mejor empapelar, te damos algunas claves que pueden ayudarte:
Evita las paredes con ventanas. No importa tanto el espacio de papel que pierdes porque lo ocupa la ventana, como que el estampado no podrá apreciarse en su totalidad, ya que quedará a contraluz. Esto hace que el efecto decorativo se pierda, así que, incluso, lo que te recomendaríamos es que el papel quede enfrente de una ventana que permita la entrada de luz natural.
Piensa en cuál es el mueble principal de la habitación y elige la pared en la que este mueble se apoya. Es una de las mejores pistas para saber qué pared debes empapelar. Si eliges un color similar al del mueble conseguirás un estupendo tono sobre tono. Aunque también es una muy buena opción utilizar un tono que contraste para destacar la presencia del mueble.
Combina el papel con la pintura. Si el papel es estampado, utiliza su color de base para pintar el resto de paredes de la estancia. Esto ayuda a armonizar la estancia porque el papel pintado queda bien integrado en el conjunto, aunque esté en una sola pared.
El papel pintado hace magia cuando se utiliza en una cocina porque la personaliza de manera innegable. Además, te permite jugar con elementos pintados que no resultan tan baratos ni cómodos de poner, como los azulejos.
El mejor lugar para utilizar un papel pintado en un salón es en la pared donde se coloca el sofá. Puedes aprovechar para imitar ladrillo, madera… buscar estampados florales suaves o irte a estampados muy vivos y coloridos.
Cambia los azulejos y alicatados del baño por una de las infinitas opciones que te ofrece el papel pintado. Puedes hacerlo acogedor y muy original con diferentes motivos. Los expertos en decoración aseguran que es una de las mejores estancias para utilizar el papel pintado. Y que si tienes un baño de invitados, aproveches para poner uno que sea realmente llamativo.
Su pared ideal es en la que se apoya el cabecero de la cama. Tonos empolvados, motivos florales, estampados relajantes… Busca uno que te ayude a lograr la sensación que esperas encontrar cuando entras a tu dormitorio. Un consejo: un cojín o la colcha de la cama en el tono principal del papel pintado para que todo armonice al máximo.
Es el lugar perfecto para dejar volar tu imaginación (y la de los niños). Piensa en todas las opciones que tienes para crear un espacio acogedor que, al mismo tiempo, acompañe a sus juegos y fantasías.
Dale profundidad y altura a tu pasillo gracias al papel pintado. Además, es capaz de llenar de vida un espacio de tránsito que suele quedar carente de personalidad.
Los espacios pequeños también son excelentes para utilizar papel pintado. Empapela la pared en la que se apoya tu mesa de trabajo con aquellos motivos que te levantan el ánimo cada día.