Hay prendas y prendas. Los armarios suelen estar divididos entre de la ropa que repetimos muchos durante la temporada, o bien por comodidad o bien porque nos encanta, y también aquellas que guardamos en el lado oscuro y que no solemos ponernos. Esta segundas pueden ser porque en su momento nos encantaron pero luego no volvimos nunca a pillarles el punto, o bien porque son tan incómodas que preferimos no recurrir a ellas. Y luego están los monos enteros: son perfectos para todas las épocas del año y parecen muy cómodos, pero en realidad no lo son.
Patricia Conde, que además de estilo tiene mucho humor, nos ha hecho partícipes de una de sus aventuras al apostar por un mono largo como look para salir a la calle. “Este tipo de prenda, el mono, está muy bien salvo cuando entras en un baño público”, aseguraba la presentadora antes de relatar lo que le había ocurrido, "basado en hechos reales".
“Tienes que bajártelo hasta las rodillas sin ningún trozo de tela que toque el suelo, ni ninguna parte de cu cuerpo entre en contacto con nada de lo que te rodea, mientras haces unas sentadilla interminable sin perder el equilibrio con el bolso colgando del cuello a modo cencerro y tu hijo te abre la puerta de par en par diciendo: ‘mamá, ¿ya? ¡Que tardas más que yo qué sé!’”, comentaba en sus redes sociales. “Y esas señoras lavándose las manos y mirándote a través del espejo pensando: ‘Anda mira, la de la tele en tetas’”, añadía en tono divertido.
Los comentarios por parte de sus seguidores no tan tardado en llegar, como el de Lidia Bosch, que le recordaba a un monólogo del club de la comedia. “Como siempre, magistral”, aseguraba la actriz. “En esos momentos siempre me acuerdo de esa mente capulla que inventó el mono” o “Toda la razón”, eran algunas de las respuestas que ha recibido.
Más allá de la cara B del mono largo, no hay que olvidarse de que es el acierto seguro de la temporada. En concreto, el que luce la presentadora en su último post se trata de un diseño con escote, manga corta y atado en la cintura que tiene un precio de 39,99€ y pertenece a Dándara, una firma española. En su casa y fotografiándose en el espejo, la modelo lo luce sin zapatos y con la mano en el bolsillo.