Si tuviéramos que quedarnos con un icono de estilo atemporal, probablemente, todos elegiríamos a la misma persona: Sarah Jessica Parker. Lo suyo es derrochar glamour por la Gran Manzana y así lo hace desde que apareciera por primera vez interpretando a la famosa Carrie Bradshaw en la televisiva Sexo en Nueva York. Esto sucedió hace más de veinte años, cuando dejó a todos atónitos con su camaleónico vestuario y, todavía, no hemos sido capaces de pillar a la actriz con un outfit que nos defraude. Gracias a la imagen que se construyó de ella con Carrie Bradshaw, a Sarah Jessica Parker no le quedó otra que estar a la altura. Y así lo ha hecho durante todos estos años y, además, con un estilo nada sencillo.
Sus looks siempre han estado marcado por vestidos y altos -muy altos- tacones. El pasado mes de marzo, la actriz cumplió sus 55 años y parece que el tiempo no ha pasado por ella. Sigue siendo la misma chica divertida, menuda y con ojos azules que apareció en Sexo en Nueva York en 1998. Después de su final, en el año 2004, hemos seguido viendo a la actriz en la pequeña y en la gran pantalla, sin defraudar nunca a sus seguidores. Porque la serie cambió la industria de la televisión, se convirtió en un hito televisivo y acompañó durante todos sus años a una generación entera. Y, ahí estaba Sarah, era el epicentro de todo, la que capitaneaba a su grupo de amigas y quien llevaba el estilo por bandera.
Durante todo este tiempo, hemos podido comprobar que no hay estilo que se le resista. Además, también ha sido una persona que ha marcado un antes y un después en el mundo de la moda, creando sus propias tendencias. Algo que con el tiempo no ha cambiado ha sido la expectación cuando se dirige a una alfombra roja o a alguna presentación. Todos esperan a que Sarah Jessica se baje del coche para poder deslumbrarse con el vestido elegido -o con el traje, porque también les da ese toque masculino a sus outfits-. Debido a esta afición por la moda, Parker decidió crear su propia tienda online -SJP Collection-, donde diseña sus propios zapatos. Para descontento de los españoles, todavía no hacen envíos hasta nuestro país.
Pero, ¿cómo se forjó este icono de moda? Sarah Jessica Parker nació en el seno de una familia judía y es la cuarta de ocho hermanos. La actriz se crió en Cincinnati, donde empezó a estudiar y a practicar ballet. Fue a los ocho años cuando apareció en su primer programa de televisión, The Little Match Girl. Durante sus primeros años de carrera, Parker actuó en varios musicales de Broadway hasta que en 1998 le llegó la oportunidad de su vida. Fue seleccionada para interpretar a uno de los personajes principales de una serie sobre mujeres, Sexo en Nueva York. Fue en ese momento cuando le llegó la verdadera fama. La serie finalizó en 2004, después de seis temporadas, muchas de ellas producidas por la propia Parker, y desde ese momento, comenzaron a sonar distintos rumores sobre una posible adaptación de la serie al cine.
Y así fue. La película se estrenó en 2008 con un gran éxito y recaudó 415 millones de dólares. Dos años más tarde, salió a la luz el segundo largometraje de la saga, Sexo en Nueva York 2. Tras el final de la serie, Sarah Jessica se centró más en el cine y comenzó a aparecer en muchas de las producciones de Hollywood. Y, aún así, a pesar de interpretar personajes totalmente diferentes a su icónica Carrie Bradshaw siguió siendo un referente de estilo. Uno de sus mejores outfits lo lució en el año 2000, en los Premios Emmy. Para ese momento tan especial, una jovencísima Sarah Jessica Parker se decantó por un vestido color rosa pastel con una gran cantidad de plumas por la zona de la falda. Todo un acierto. Otro de sus looks más impresionantes fue el que lució en la gala NYCB, donde se vistió con un impresionante vestido de Giles Deacon, que dejó a todos con la boca abierta.
Tampoco en la Gala MET de 2018 defraudó a nadie. El protocolo dictaba vestir de inspiración “cuerpos celestiales: moda e imaginación católica”. Para el evento, Sarah Jessica optó por un vestido dorado con un impresionante tocado en la cabeza. No podemos pasar por alto el outfit que lució durante la exposición de Dolce & Gabanna, ya que fue capaz de mezclar un amplio número de estilos y estampados. Si tenemos que hablar de los puntos fuertes a la hora de vestir de Parker, tenemos que mencionar la capacidad para estar perfecta a cualquier hora del día. La actriz es la reina del street style y, por eso, sus looks de día y de noche son los más copiados.
Sarah Jessica Parker es muy fan de los brillos e intenta incluirlos en cualquier prenda. Lo mismo le pasa con las lentejuelas, que en muchas ocasiones las ha combinado con unos vaqueros y un abrigo, para darle ese toque más informal y todoterreno. También, es muy fan del estilo masculino y, por eso, no duda, en elegir un traje para una presentación o en combinar camisas blancas de hombres con pantalones vaqueros. Además, es muy fan de los abrigos y tiene uno para cada ocasión. De la misma forma, tampoco puede faltar en su armario cualquier prenda con estampado de animal print o unas Converse blancas. En definitiva, Sarah sabe qué ponerse para cada ocasión y estar perfecta, da igual si es una alfombra roja o para dar un paseo por las calles de Nueva York, junto a sus tres hijos.