El estilo preppy tiene su origen en los años 50 en los campus universitarios de clase alta de Estados Unidos y tuvo su auge a finales de los años 70 y principios de los 80. Aunque ahora resulta indiscutiblemente clásico (no hay que olvidar que fue creado por los hijos pijos de las élites), nació como una forma de expresar cierta rebeldía a través de la ropa.
Lo que comenzó como un asunto estrictamente universitario terminó por convertirse en lo que se llama estilo preppy o college, una manera de vestir que con el tiempo han convertido en tendencia firmas como Paul Smith, Burberry, Lacoste o Tommy Hilfiger y en la que la clave está en evidenciar la pertenencia a una cierta clase social: la más alta.
Si la idea inicial era quitarle uniformidad al uniforme dándole un toque personal, la clave para llevarlo hoy está en mezclarlo con prendas actuales para sacar de contexto cada una de sus piezas: la falda de tablas con botas de media caña, la sudadera bajo la americana o el jersey colocado en los hombros sobre la gabardina.
Para conseguir que el estilo preppy funcione fuera del campus universitario es importante huir de la literalidad y aplicarlo a tu estilismo en pequeñas dosis, es decir, una o a lo sumo dos prendas de esencia college en un solo look.
Entre las piezas imprescindibles que debes tener en tu radar preppy no puedes olvidar una gabardina beige, una falda de tablas, una camisa blanca, una chaqueta de cuadros, un chaleco de rombos, un jersey con ribete y unos mocasines o unos zapatos Oxford.
Elige cualquiera de ellas y súmale un vaquero azul recto o una sencilla camiseta blanca, será suficiente para construir un estilismo preppy impecable. Como accesorios bastarán un collar de perlas y un bolso de piel en bandolera
Una de las prendas college por excelencia es el chaleco de rombos (también vale la versión en jersey). Intégralo en un look poco previsible, olvídate de la faldita de tablas y de la camisa blanca debajo, y apuesta por una falda midi o por un vaquero clásico de corte recto.
El jersey con ribete es un icono preppy que consigue trasladar al campus cualquier estilismo. No es fácil sacar esta prenda de contexto, así que no te compliques demasiado y póntelo con unos vaqueros o con unos shorts del mismo color y unas deportivas o unas sandalias planas.
Los mocasines y los Oxford eran el calzado típico de los uniformes universitarios, así que pertenecen a la iconografía college más clásica. Como son una de las tendencias de esta primavera, puedes llevarlos con faldas, vestidos, pantalones y shorts que seguirán siendo la pieza clave para un look preppy.
Otro básico del estilo preppy es la gabardina clásica beige, una prenda a la que puedes sacar mucho partido en primavera y otoño y que trasladarás al campus universitario con el simple gesto de echarte un jersey por los hombros.
La falda de tablas era un imprescindible del uniforme femenino en las universidades más elitistas. Las chicas más rebeldes solían acortar el largo dándole un par de vueltas en la cintura. Si eliges una de tamaño mini y la combinas con un chaleco Jacquard y mocasines, consigues un look preppy casi literal, así que dale rollo con unas botas planas o con unas medias potentes.
Los cuadros, la pata de gallo, el pata de galloestampado escocés son otros de los elementos fundamentales en el estilo college. Una americana de corte clásico es la pieza clave para integrarlos en un estilismo impecable con un toque preppy.
Una camisa blanca es un básico que no puede faltar si quieres dar un toque preppy a tu look y si la llevas cerrada hasta el último botón el resultado será perfecto, aunque puedes saltarte las reglas combinándola con shorts, con botas de media caña y con una chaqueta oversize.