El verano de 2021 ha sorprendido con una auténtica obsesión por los noughties, la década comprendida entre el año 2000 y el 2009, confirmando esa regla no escrita que establece un periodo de 20 años para la vuelta de una tendencia.
Las nuevas temporadas de Sexo en Nueva York y Gossip Girl, series de referencia de aquella década, el movimiento a favor de la liberación de Britney Spears, una de las cantantes más icónica de la época, la vuelta de Paris Hilton a las campañas publicitarias, esta vez de la mano de Lanvin, y una segunda entrega del Bennifer, el idilio entre Jennifer López y Ben Affleck, confirman una tendencia que también se ha asentado en la moda.
Más de 405 millones de visitas en TikTok para los videos #Y2KAesthetic y #Y2Kfashion (etiquetados sin ningún pudor como vintage) y más de 2 millones de publicaciones con el hashtag Y2K en Instagram, prueban que la generación Z ha abrazado con auténtico entusiasmo una moda que es fiel reflejo de la sensualidad, la libertad y la alegría en un momento en que, más que nunca, están necesitados de felicidad.
La vuelta a la escena fashion de firmas como Miss Sixty o Juicy Couture, el reposicionamiento como marca de referencia de Ugg mediante colaboraciones con firmas de vanguardia como Molly Godard e Y/Progect y la clara inspiración noughties de casas de lujo como Miu Miu, Marc Jacobs o Blumarine, son buena prueba de que la estética de los 2000 se ha convertido en el referente de estilo de la temporada.
Entre las piezas que han vuelto a escena, están los pantalones de talle bajo, las camisas de estampado skater, los mini vestidos ajustado, los pantalones cargo, el top cruzado de cuello halter o las prendas atadas con cordones.
La cantante Dua Lipa es el ejemplo claro de como la generación Z ha adoptado los códigos de moda más significativos de la década del 2000. Es la época de oro del skate, que influyó en la moda urbana con marcas como Supreme o Palace Skateboard, la que firma la camisa de la cantante.
Britney Spears o Christina Aguilera eran fans de las prendas que cerraban el escote o el lateral de vestidos y pantalones con una tira de cordones inspirada en los corsés, una apuesta que han adoptado algunas marcas como Dion Lee o Peter Dundas que firma el vestido de Hailey Bieber.
Otra de las apuestas de inspiración noughties para este verano son los mini vestidos ajustados que muy a finales de los noventa se convirtieron en el uniforme de Carrie Bradshaw (alter ego de Sarah Jessica Parker) o Kate Moss. Un modelo que Kendall Jenner ha resucitado en su colección cápsula para About You.
La década del 2000 tuvo como indiscutible protagonista a los pantalones de talle extremadamente bajo, que exigían cuidar del cuerpo de manera obsesiva para evitar que algún gramo de grasa asomara por los flancos. Esta temporada el talle bajo vuelve estar de moda y Bella Hadid lo combina con el doble deim, otra tendencia de la época que popularizaron Britney Spears y Justin Timberlake.
Los pantalones cargo son otra de las referencias que recuerdan a Britney Spears y Christina Aguilera, pero también a Nicole Richie. De talle bajo y combinados con microtops, entonces eran la estrella de los looks más cañeros y hoy vuelven, aunque con un ligero toque lady.
El top cruzado de escote halter, que para siempre quedará asociado a la imagen de Lady Di, es otra de las tendencias que firmas de moda como Balmain e influencers como Camila Coelho (en concreto para su firma homónima Camila Coelho Collection) han adoptado como tendencia indiscutible del verano 2021.