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Las propuestas de la pasarela madrileña para el próximo verano evidencian el deseo de romper con el aburrimiento y apostar de nuevo por el riesgo, el diseño y la costura como se entendía meses antes de la pandemia.
Entre las tendencias marcadas por la Mercedes Benz Fashion Week Madrid -que se ha desarrollado entre el 16 y el 19 de septiembre- destacan los tejidos metalizados, centrados principalmente en el color plata, las siluetas fluidas de inspiración retro y una clara apuesta por la artesanía y los materiales de origen natural o reciclados. Este es el resumen de lo más destacado de la pasarela madrileña.
La Fashion Week se inauguraba con el desfile de Andrés Sardá que, con una inspiración claramente oriental, ha dividido su colección para el próximo verano en dos partes: una primera en la que sedas, encajes y bordados llenaron de tradición la pasarela, y la segunda, con un punto de vista más transgresor, protagonizada por tejidos tecnológicos, vinilo y charol.
Ágatha Ruiz de la Prada elevaba el tono de su discurso, siempre fresco, colorido, divertido y naif, con dos nuevos aliados que se sumaban a su ya clásica paleta de color: el plateado y el dorado. No faltaron las rayas, flores, lunas, estrellas y corazones característicos de sus colecciones.
La propuesta de Fernando Claro para la temporada de verano es una colecciónque sigue los dictados de la alta costura. Una paleta en rojo, plata, blanco y negro configuran una colección de líneas ajustadas en contraposición con patrones oversize, trajes sastre enfrentados a minivestidos de volantes, faldas princesa, mangas abullonadas y larguísimas colas.
La colección de Duarte es una búsqueda de las raíces y la esencia de la moda, que se inspira en elementos como la arena, el agua y el aire. Algodón, seda satén, lino y denim ecológico se contraponen a tejidos de poliéster y otros materiales técnicos reciclados en una colección de siluetas relajadas pero estructuradas.
Madeira es el hilo conductor de la colección de Duyos, que ha recurrido a los verdes vegetales, azules y plateados del océano, los rosas de las flores y amarillos frutales para representar el colorido de la isla sobre sedas pintadas, lentejuelas y Jacquard de algodón en siluetas que recuerdan los trajes tradicionales de la isla.
La suma de diseño, artesanía y producción de proximidad son la base de la colección de Malne, que supone un homenaje al empoderamiento de lo femenino, a la artesanía española, al exceso, el talento y la creatividad.
Con Josephine Baker como inspiración, Dolores Cortés apuesta por el exotismo, las asimetrías y los detalles envolventes, apostando por un colorido que va del terracota al azafrán pasando por rosas y naranjas que evocan el atardecer.
Con una paleta de color en negro, rojo y plata, Hannibal Laguna ha elaborado una colección de vestidos de noche, creado con técnicas artesanales y bordados de alta costura, que evoca el movimiento de los astros y la luz de los planetas, la luna y las estrellas.
Confort, versatilidad, dinamismo y relax son algunas de las consignas que se extraen de la colección de Roberto Torreta, que apuesta para el día, por prendas llenas de optimismo y para la noche, por técnicas avanzadas y sostenibles con piezas elegantes, sastrería de lujo.
Volúmenes, formas, texturas y color de la colección de Lola Casademunt evocan los jardines renacentistas, que se materializan en piezas fluidas, vaporosas, amplias y muy femeninas, pero sin perder de vista la comodidad.
Las propuestas de Pertegaz son el resultado de fusionar los años setenta con piezas de vanguardia para crear una colección fundamentalmente cómoda con siluetas alargadas y sastrería pensada para el siglo XXI.
Celebrando su 25 aniversario, Teresa Helbig ha presentado una colección que sirve de homenaje al origen de sus recuerdos y fantasías, un universo forjado a base de libros y cine que ha dado forma a las mujeres poderosas e independientes que le han inspirado en su carrera.
Tratando de poner en valor todos los oficios vinculados a la industria de la moda, Isabel Sanchis ha creado una colección que celebra la creatividad y el trabajo artesanal. Drapeados y plisados se contraponen a siluetas estructuradas y diseños volumétricos, prendas mini y piezas de alta costura.
Respetando sus señas de identidad, Custo Barcelona ha creado una colección en la que vuelven a ser protagonistas la mezcla de tejidos y colores, en prendas trabajadas con un dominio absoluto del patronaje que queda patente mediante siluetas con aberturas estratégicas muy sensuales.
El trabajo de superposiciones y volúmenes caracteriza la colección de Otroura, que apuesta por tejidos como el algodón, la pana, la alpaca, los tonos degradados y los trampantojos.
De clara inspiración japonesa, la colección de Marcos Luengo es una propuesta multiestacional de patrones fluidos realizada en colores sólidos, con algunas concesiones a los estampados, fabricada en tejidos sostenibles y naturales como algodón, seda, lino, nylon reciclado o lino.