Cada temporada e incluso cada año hay una tendencia que reina sobre las demás y es la que no paramos de ver allá donde miremos. Este otoño-invierno esta fueron las prendas de punto en general. Lo hemos visto en chaquetas y tops a juego, en looks coordinados enteros con pantalones o falda y top y chaqueta o jersey… pero la prenda estrella han sido los vestidos de punto.
Y es que, el tejido y la prenda no podrían haber sido mejores aliados. Estos se suman y crean un básico ceñido pero elegante, que potencia las curvas y realza la figura. Estos vestidos de mujer suelen ser largos hasta los pies o midi, haciendo que los volúmenes y las curvas se mezclen y hagan contraste. De hecho, a veces parece que se convierte en una segunda piel. Algo que también puede resultar un inconveniente y dar miedo por si resalta aquello que queremos ocultar. Aunque no es algo que deba preocuparnos si elegimos la talla correcta y en la que nos sintamos cómodas.
Los vestidos de punto suelen estar construidos en manga larga y en tonos neutros como colores crudos o tostados. Esto les ha convertido en una opción genial para el otoño y el invierno, porque, además, vestían de un solo golpe. Pero este carácter neutro y monocromático ha conseguido también que se conviertan en una de las prendas puente entre temporadas. Porque lo cierto es que abrigan, pero están confeccionados con un punto fino y muy sutil que los hace aptos para el entretiempo, incluso, se podría decir que es su temporada.
Así que, si todavía no te habías apuntado a la tendencia de los vestidos de punto, se hacen vestidos de primavera para ti y para que puedas ver lo que se siente enfundada en una de estas prendas. Aquí las ideas para que no te arrepientas de lanzarte a la piscina.
Para adaptar este vestido a la primavera de forma sencilla, una manera puede ser cambiando su color. A pesar de que este tipo de vestidos se escribe en tonos neutros del otoño, ¿por qué no cambiarlos por colores más encendidos y luminosos? Se acabó el tostado o el gris, esta temporada se llevarán los amarillos, blancos o naranjas, como este que propone Zara por 29,95 euros.
Además, la firma del gigante Inditex propone nuevos patrones para este tipo de vestidos. Estos ya no son del todo ceñidos, de hecho caen fluidos pareciendo más ligeros y hasta vaporosos como hacen el resto de vestidos de primavera. Este de Zara se ajusta con un pequeño y fino cinturón y se ciñe en las muñecas abombando las mangas.
Pero lo bueno de alguno de los tonos clásicos de este tipo de vestidos es que son todoterreno, es decir, casan en todos los escenarios posibles. Eso es lo que ocurre con el blanco roto o el tono crudo, que al tener más luz porque son más claros, son adaptables al otoño y al invierno pero también muy fácilmente a la primavera.
Por supuesto, a estos tonos tiene que acompañarles el tipo de punto. Y es que hay unos puntos, a pesar de que, en general, todos los de este estilo de vestidos son finos, más gruesos que otros. Una buena opción para la primavera es el canalé. Este punto es prácticamente como una camiseta gruesa, por lo que es perfecto para las prendas de entretiempo. Además, es uno de los puntos que más realza la figura haciendo que la prenda se ajuste realmente.
Así es como se construye este vestido de H&M, a medio camino entre el cuello redondo y perkins. Está disponible por 39,99 euros.
Estos vestidos de mujer son un básico entre los básicos, es decir, de alguna forma hay que concederles originalidad para que no sean todos iguales y ganen cierta personalidad. Y lo mejor es si esta la ganan haciéndose funcionales y prácticos, como este de Mango, disponible en Zalando por 39,99 euros. Abotonado en el medio con botones pequeños y finos, como son los de la temporada de la primavera y el verano, así como de nácar, se construye como una especie de chaqueta. De hecho, es como funciona, para lucir algo debajo, más prendas de punto fino para la primavera, pero también se puede lucir abrochado hasta arriba como una pieza única, un vestido de primavera.
Estos vestidos de punto suelen ser largos o midi pero siempre hay una excepción que confirma la regla. Así que, para esta primavera podemos atrevernos y apostar por ellos en versión mini, mucho más ligera y fresca porque dejará las piernas al aire y ya no hará falta lucirlo con medias y/o botas altas. Acompaña este corte con el resto del vestido, como hace este de Bershka que deja los hombros al aire y su mana es francesa. Cuesta 19,99 euros.
Pero el vestido corto no solo se escribe en punto fino, también se puede encontrar en otro más grueso, que se ha podido lucir durante el invierno. Pero al ser corto, puede adaptarse perfectamente a los días más fríos del entretiempo. Este es de Pull and Bear y está rebajado de 22,99 euros a 18,39.