Hace poco más de un año, una portada del papel couché vinculó por primera vez el nombre de Susanna Griso con el de Joaquín Güell. Meses antes, la presentadora había anunciado su divorcio de Carles Torras, con el que llevaba 23 años casada. Y cuando unas fotografías hicieron palpable que volvía a estar enamorada, todos se hicieron la misma pregunta: ¿quién era el misterioso hombre con el que la presentadora había iniciado una relación sentimental? ¿Dónde le habíamos visto antes?
Enseguida caímos en que este importante aristócrata barcelonés era el exmarido de la política Cayetana Álvarez de Toledo. Con ella contrajo matrimonio en 2001 y formó una familia cuando tuvieron a sus dos hijas. Antes de conocerla se le relacionó con la modelo Inés Sastre y con Xandra Falcó. Y en lo familiar está emparentado con Ágatha Ruiz de la Prada, de la que es primo segundo, con Malú, ya que su madre es prima hermana de la primera mujer de Paco de Lucía, y hasta con Eusebio Güell, mecenas de Gaudí, del que es bisnieto.
Ahora, en este nuevo capítulo vital, parece que su relación con Susanna Griso está mucho más asentada. Solo hay que ver los quioscos este miércoles, concretamente la revista Semana, donde la pareja ha sido captada en plena escapada romántica por las playas de Malta. La periodista, que el próximo mes de octubre cumplirá 53 años (y su primer aniversario con Joaco, como le llaman los suyos), aparece muy sonriente, con un bañador negro de escote palabra de honor, paseando por la orilla junto a su chico.
Además de esta jornada de relax en la que han sido fotografiados besándose y en actitud muy cómplice, la pareja también tuvo oportunidad de visitar los monumentos más emblemáticos de la isla, la misma en la que hace apenas unas semanas vimos a la periodista darlo todo con amigas y compañeras como Paula Echevarría, Isabel Gemio o Paloma Cuevas.
Estas instantáneas no son más que la confirmación de que el noviazgo entre Griso y Güell va "viento en popa", como dice la revista. Un hecho que hace que las siguientes fotos más buscadas por los paparazzis sean las que abalen el buen rollo entre ambas familias, que es probable que se estén adaptando a esta nueva situación después de los respectivos divorcios de ambos de los que son los padres de sus hijos.