A raíz de la preocupación generada por el ingreso hospitalario de Mery Perelló durante su embarazo, Rafa Nadal, su marido, ha roto su silencio para aclarar cuál es el estado de salud de la que será la madre de su primer hijo. Lo ha hecho durante la rueda de prensa posterior a su último partido en el Open de Estados Unidos, grand slam que el tenista se encuentra disputando mientras su mujer permanece en observación.
Con un tranquilizador "mi mujer está bien", el deportista de élite ha tranquilizado a su público después de que hace una semana se informase de que su esposa, con la que contrajo matrimonio en octubre de 2019, había ingresado en el Hospital Quirónsalud de Palma de Mallorca, donde se encuentra su residencia habitual.
Más allá de esta frase, sin querer entrar en los motivos que han provocado esta situación, Rafa Nadal ha manifestado ante la prensa estar en "calma" a pesar de asumir que para él es "más difícil" centrarse en el torneo con la delicada situación que dejó antes de marchar a Nueva York: "A nivel personal estoy en una situación que es importante para mí y tengo que ir gestionando todo".
El Diario de Mallorca fue el medio encargado de dar la noticia justo cuando Mery Perelló entraba en el tercer trimestre de gestación. Aunque a su lado no ha podido estar su marido, al que le fue imposible cancelar sus compromisos profesionales, el periódico ya mencionado contó que junto a ella se encuentran tanto sus padres como su cuñada, Maribel Nadal, a la que le une una íntima amistad.
A falta de la versión de los protagonistas, que hasta ahora habían optado por mantenerse al margen de las informaciones filtradas a los medios, la última noticia que teníamos sobre el estado de salud de Perelló era que aún tendría que permanecer ingresada un tiempo hasta recibir el alta. Como mínimo, según dijo el Diario de Palma a principios de esta semana, se mantendrá así hasta la semana 34.
Tras observar su evolución, su equipo médico le recomendó "reposo absoluto". De hecho, de mejorar, insistieron en que no regresase a su casa de Porto Cristo para poder controlar cualquier complicación. Vanesa Sánchez, periodista que firmaba esta información, apuntó que, aunque "la situación no es alarmante y está muy controlada", los futuros padres de la criatura ya tienen "asumido" que la gestación no llegará a término y que el niño será prematuro.