El pasado mes de agosto, un año y medio después de anunciar que su divorcio de Charisse Verhaert, con quien llevaba casi dos décadas compartiendo su vida, Julio José Iglesias volvía a cobrar protagonismo en la crónica social. El hijo de Isabel Preysler era pillado por la prensa cuando pasaba unos días de vacaciones por la costa española con una modelo brasileña, Vivi di Domenico, a quien presentó recientemente como su nueva novia.
El artista tiene el cariño de la que fue su mujer y compañera de vida durante dieciséis años, que está al tanto, como el resto del planeta, de todo lo que le sucede al hermano de Tamara Falcó. Charisse, de hecho, se puso en contacto con su exmarido tras salir publicadas las primeras imágenes junto a su nueva relación. “Cuando, este verano, salieron unas fotos nuestras en la prensa, me preguntó”, recordaba en la revista ¡Hola! cómo se entero su exmujer de que estaba de nuevo enamorado. “Le expliqué y se alegró mucho de que estuviera con alguien tan especial”, reaccionó de la mejor manera posible.
Julio aclaraba, en esta charla con su revista de cabecera, que ambos celebran la felicidad del otro. “Para mí es muy importante, porque Charisse es parte de mi vida. Somos amigos y familia. Siempre vamos a tener un vínculo especial, de esos que solo se dan cuando se ha acabado la relación de pareja”, esta es la situación actual con su exmujer, de quien se divorció debido a la separación física que hubo entre ellos los últimos años, que hizo que “el amor, en vez de ir para arriba, fuera para abajo”.
Sus caminos se cruzaron gracias a unos amigos en común. Al principio sus salidas fueron conjuntas, hasta que el hermano de Enrique Iglesias tuvo la valentía de pedir a Vivi una cita. “Tuve la gran fortuna que me dijera que sí”, festeja el artista, que ya se plantea la convivencia con su “alma gemela”, con quien lleva saliendo tan solo cinco meses: “Ella vive en México y yo, entre Miami y California. Vamos a ver cómo lo hacemos. Tanto ella como yo creemos que lo mejor para nuestra relación es que ella venga a vivir a Estados Unidos”.
La modelo llegó “en el momento justo” a la vida del músico, que desea que siga a su lado el resto de sus días. “Es curioso, porque hay mucha gente que, tras un divorcio, no quiere volver a casarse. A mí no me importaría. La verdad es que se trata de una posibilidad que entra entre mis planes”, reflexiona Julio, que espera estrenarse en la paternidad con su actual pareja: “Deseo que todo vaya bien y que podamos formar nuestra familia. Quiero ser padre. Es una experiencia que no me gustaría perderme”.