Fue el pasado mes de abril cuando el extinto ‘Viva la Vida’ descubría en exclusiva la nueva ilusión de Sara Carbonero. Poco más de un año después de su divorcio con Iker Casillas, el padre de sus dos hijos, y tras un breve romance con el cantante Kiki Morente, la periodista era pillada en plena cita con Nacho Taboada, íntimo de su gran amiga Isabel Jiménez, que ha hablado por primera vez de este idilio a la salida de los Premios Woman 2022, gala que condujo con un asimétrico vestido satinado en color blanco que resaltó con un cinturón negro.
Aunque la presentadora de Informativos ha sido bastante cautelosa a la hora de hablar sobre la situación sentimental de Sara, la periodista deportiva ha aclarado ante los micrófonos de Europa Press que su socia “nunca se ha escondido”. “Al final, la vida es la que es”, concluía con esta reflexión y evitaba entrar en detalles sobre esta historia de amor que empezó a escribirse en un concierto.
Sara entró en un camerino y allí se encontraba el músico. Este primer encuentro supuso “un antes y un después” para ambas partes, según fuentes de su entorno. Poco tiempo después, de hecho, se tomaron las primeras imágenes de la pareja compartiendo gestos cómplices en una céntrica calle de la capital. Desde entonces se han dejado ver juntos en múltiples ocasiones, ya sea en plena cita en el madrileño barrio de Malasaña o disfrutando de un festival que tuvo lugar en Guadalajara a principios de septiembre.
La prueba de que Nacho y Sara no están dispuestos a esconder su noviazgo la tenemos en sus redes sociales. Con motivo del 36 cumpleaños del artista, la pareja viajaba a Copenhague, donde gritaron su amor a los cuatro vientos. Taboada compartía por primera vez una fotografía de su chica, vestida con uno de sus icónicos sombreros, en uno de los puntos más emblemáticos de la capital danesa.
Por otro lado, la periodista compartía una preciosa imagen tomada en la misma ubicación con la luna como gran protagonista. “MÅNGATA. Palabra sueca que no tiene traducción, es el reflejo a modo de camino que deja la luz de la luna al reflejarse en el agua (O uno de esos instantes en los que te quedarías a vivir para siempre”, era el pie de foto que acompañaba a este momento.