Edurne y David de Gea forman una de las parejas más queridas y estables de la crónica social. Tras una década de relación, la pareja dio un paso más con la llegada de Yanay, su primera hija en común, la cual cumplirá dos años el próximo mes de marzo. Pese a que siempre les hemos podido ver presumiendo de su amor y de lo mucho que crece la pequeña en redes sociales, la veterana jueza de ‘Got Talent’ y el guardameta del Manchester United tratan de llevar con discreción su vida privada.
Sin embargo, la cantante, en la presentación de la XXVII edición de los Premios Dial, los cuales contará con ella como maestra de ceremonias, ha atendido amablemente a la prensa y ha hablado sobre su historia de amor con el jugador de fútbol, de quien está igual de enamorada que el primer día. “Son ya 12 años juntos y seguimos más felices que nunca”, celebra Edurne, que tiene claro cuáles son las claves de su relación.
“Entender a tu pareja y admirarte mutuamente son los secretos de nuestra relación”, lo tiene claro la exconcursante de ‘Operación Triunfo’, que recuerda que, “a pesar de la distancia, hemos sabido gestionarlo”. Y es que la carrera profesional del que fuera portero de la selección de fútbol española le hizo mudarse a Manchester mientras ella tenía que quedarse en nuestro país por trabajo. Más de 1.000 kilómetros de distancia que no han impedido que lo suyo funcione.
De hecho, aunque aún no entra entre sus planes pasar por el altar, Edurne tiene claro que quiere seguir ampliando su familia con David, “el amor de su vida”, eso sí, “en un futuro lejano”. “Ya se verá más adelante porque sí es verdad que no me gustaría que estuviese ella sola porque soy muy familiar, pero de momento es que una niña… Y dos imagínate, se multiplica por dos”, no cree que aún sea el momento de ampliar la familia.
Por el momento tiene bastante con estar pendiente de las necesidades de la pequeña Yanay, que está “preciosa, para comérsela”. “Está en la edad más bonita de todo lo que he vivido”, se le cae la baba a la mamá, que no puede reprimir su ilusión al contar que la niña ya habla y comprende lo que le dicen.
La niña es una “mezcla” de sus padres, “tiene mucho carácter y las cosas muy claras”, sabe “lo que le gusta y te lo dice”, y, por último pero no menos importante, le “gusta mucho cantar”, se pasa el día cantando, aunque Edurne no quiere condicionar su futuro profesional: “Me gustaría que hiciera lo que ella quisiera. Yo le pongo mis canciones y se dedicara a la música, yo feliz de la vida y me encantará (si decide seguir sus pasos), porque le voy a apoyar a muerte haga lo que haga”.