Fue el pasado 20 de enero cuando Dani Alves, de 39 años, entró en prisión sin fianza tras ser acusado de una presunta agresión sexual a una joven de 23 años en una discoteca de Barcelona. El deportista fue trasladado en furgón policial a la prisión de Brians 1, a 36 kilómetros de la capital, tras declarar ante la jueza "hasta en tres ocasiones" y cambiando su versión. Mientras la declaración de la víctima fue "contundente", el brasileño aseguró primero no conocer de nada a la joven para más tarde declarar que las relaciones entre ellos habían sido consentidas.

Mientras su abogado Cristóbal Martell presenta un recurso con la intención de conseguir su salida de prisión bajo fianza y medidas cautelares, la mujer del futbolista, Joana Sanz, le habría pedido el divorcio a través de sus abogados. Esta es la información que Letizia Requejo, periodista del programa de Ana Rosa, ha adelantado en exclusiva. La modelo ya se lo habría comunicado a sus abogados y se "arrepiente" de las primeras declaraciones en las que defendió la postura del brasileño. "Ella la semana pasada pidió un vis a vis y él dijo que no. Quería ser ella quien le diese la noticia, que se enterase por ella de esta decisión, y él prefirió no verla", ha contado la reportera del programa citado anteriormente.

El inicio de su relación fue a mediados de 2015. Se conocieron a través de unos amigos en común y la modelo estaba despuntando en su carrera profesional en ese momento, cuando las mejores marcas acudían a ella para hacer publicidad. Dos años después de conocerse se dieron el 'sí, quiero' en Formentera. "Fue una boda muy particular, que sirve para nosotros, aunque no es oficial. Queremos celebrar otra boda íntima más adelante, con familia y amigos", dijo la novia de Alves en una entrevista para la revista ¡HOLA!, justo antes de que se fueran a vivir juntos a París.

En alguna ocasión ha asegurado que lo que le enamoró de él fue su "extroversión": "Me llamó mucho la atención, su alegría, lo feliz que es, lo que transmite, la buena energía que comparte con la gente". Hace unos meses, cuando se cumplieron cinco años de su boda, el futbolista compartió un mensaje a través de sus redes sociales para declararse públicamente a su mujer. "¡Y ya se van 5 años de aventuras! ¿Quien diría y quien dirá que lo más importante de todo es saber llevar? Aprendimos que los viajes solo tienen sentido si los pasajeros están comprometidos y vivirlo con sentimiento siempre es más divertido. Cada momento es más especial cuando compartimos lo más importante de la esencia. Todo es más fácil cuando uno no quiere pelear, pero todo es muy más fácil cuando los dos deciden amar. Lo que sea, donde sea, como sea, pero contigo siempre a mi vera", escribía el futbolista.

La modelo contestaba en aquel momento que habían pasado cinco años "de aventurarse en el matrimonio", pero "más de siete" desde que decidieron comenzar su vida juntos.

En el año 2015, cuando comenzaron su relación Joana Sanz se vio envuelta en rumores de embarazo. Para desmentir la noticia, la modelo dijo que su marido, Dani Alves, no podía tener hijos. Unas declaraciones que generaron cierta polémica, ya que el futbolista fue padre de dos niños en su relación anterior.

En el año 2008, cuando tenía 25 años, el brasileño se casó con su novia de toda la vida, Dinorah Santana, con quién tuvo dos hijos, Dani y Victoria, de 14 y 16 años. A pesar de que su relación se terminó en 2011, cuando se divorciaron, la relación entre ellos siempre ha sido buena y ella es actualmente su representante y administradora de todos los bienes.

Días después de su entrada en prisión, Joana Sanz, su actual mujer, eliminaba todo rastro del deportista de sus redes sociales. Y ahora, unas semanas después, el programa de Ana Rosa adelanta en exclusiva que ya le habría pedido el divorcio. Aunque no ha querido pronunciarse sobre lo ocurrido, de ser cierto que hubiesen empezado los trámites oficiales, su ingreso en prisión habría supuesto el fin de una historia de amor que comenzó hace más de siete años.