"Farmacéutica adjunta. Graduada en Farmacia, Ortopedia, Nutrición y Dietética. Guitarra clásica en el Conservatorio. Máster en profesorado. Autosuficiente, emancipada e independiente económicamente desde hace años". Con esas palabras, Risto Mejide ha dado la cara y ha destacado la buena posición y la profesionalidad de su novia, Natalia Almarcha, de 27 años, ante las duras críticas que están recibiendo por su diferencia de edad.
"Mamá responsable de Kairo, un Shiba Inu precioso. Y ya puestos, con este talentazo para la ilustración", probaba esta última afirmación adjuntando una ilustración que ha realizado del presentador de 'Todo es mentira', que ha tirado de ironía para dar réplica a aquellos que juzgan abiertamente su incipiente noviazgo.
"Pobrecica mía, todavía no puede saber lo que quiere, ni en la vida ni en el amor. Necesita urgentemente que los demás se lo indiquen. Menos mal que siempre hay gente de bien con ganas de guiar y tutelar a las mujeres desvalidas, ignorantes e indefensas para que puedan darse cuenta de lo que realmente les conviene. A quién pueden amar y a quién no", lamentaba con sarcamos Risto, que le parece "alucinante" que esta gente vaya "repartiendo carnés de machista, de hetero cisgénero normativo -y por lo tanto, dicen, privilegiado- o, simplemente, de manipulador".
"En fin. Amad más y joded menos, anda. Nosotros a lo nuestro", concluye el juez de 'Got Talent España', dejando claro que estos ataques no están afectando lo más mínimo a su historia de amor con la valenciana, que el pasado jueves dio un paso más en su relación al asistir a la presentación de 'Dieciséis notas: La pasión oculta de Johann Sebastian Bach', el "proyecto más importante" en el que ha estado involucrado el publicista en los últimos tres años, en sus propias palabras.
"Ella tiene su carrera, tiene su propio objetivo profesional y considera que ella no quiere formar parte de esta exposición a la que yo estoy sometido desde hace mucho años, por decisión también", quiere "respetar mucho" el anonimato de su chica. "Igual vamos a un photocall en unos años si la convenzo, puede que sí o que no, no lo sé. Yo tengo que ser muy respetuoso porque me va la relación en ello", reflexionaba hace unos días el presentador, que recordaba que para los medios esto es "una foto más", pero lo que está en juego es su "vida".