En los últimos meses han crecido los rumores de crisis en la pareja formada por Malú y Albert Rivera. El programa Socialité adelantó hace tres semanas que la cantante y el político habían roto su relación, algo que fue desmentido por el entorno cercano de la pareja. Sin embargo, este pasado fin de semana, el mismo programa aportaba como prueba la supuesta conversación que el abogado mantuvo con personas cercanas en el concierto que Rosalía dio en Madrid el pasado 10 de junio.
Al parecer, Albert Rivera confesó que estaba "destrozado" y seguía "sin superar" su ruptura con Malú. "Está roto tras su ruptura con Malú. Hace unos días coincidí con Albert Rivera en un concierto de Madrid y allí dejó claro a quien le acompañaba que está destrozado. Que no está llevando nada bien estar sin ella", decía un testigo, según la conversación aportada por el programa citado anteriormente.
En la prueba aportada por los compañeros de Socialité, una persona contaba que aún no ha superado la ruptura: "Él la sigue echando de menos y por motivos obvios (su hija en común) tienen contacto, pero claro, ya nada es lo que era y le sigue pasando factura".
Horas después de que esta información saliese a la luz, el entorno cercano de la pareja ha desmentido la ruptura en una charla a Vanitatis. Personas cercanas a Albert Rivera aseguran que ambos están "hartos" de las "especulaciones" sobre su relación y añaden que hace unos días, con motivo del segundo cumpleaños de su hija Lucía, Malú y Albert lo celebraron juntos en la intimidad.
La artista tiene "alergia radical" a los medios y "jamás" aparece en público en sus parejas. Esto aumenta los rumores sobre su situación, algo que "molesta intensamente" a la pareja. Malú viaja en ocasiones a Cádiz a ver sus amigas, y que lo haga sin Albert Rivera hizo crecer los rumores de, al menos, "una crisis" entre ellos. "Ella estuvo el año pasado en verano unos días con su niña pero él no, entonces ya se sabía que algo no iba bien", dicen personas cercanas al medio citado, que describen al que fue líder de Ciudadanos como "un hombre que se hace querer, simpático, cariñoso, muy divertido y que le encanta la música".
Para evitar que se hablase continuamente de su vida privada (algo que no han conseguido cesar del todo), Malú y Albert Rivera se fueron a vivir a un municipio cercano a Madrid en una urbanización "fortificada, exclusiva e inaccesible" a la prensa. Allí crían a su hija Lucía, que tiene tres años. Por el momento, a pesar de los rumores, la pareja seguiría unida y "harta" de las informaciones sobre su relación.