Un mes y medio ha pasado desde que Daniel Sancho, de 29 años, ingresó en la prisión de Koh Samui tras confesar ante la policía tailandesa ser el responsable de la muerte del cirujano colombiano Edwin Arrieta y el posterior desmembramiento de su cuerpo. En las primeras declaraciones que se hicieron públicas, el hijo de Rodolfo Sancho confesó ser "culpable" del crimen y sentirse "el rehén" de Edwin. "Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho", decía el hijo de Silvia Bronchalo frente a sus abogados de oficio tailandeses y varios agentes de la comisaría de Koh Phangan.
A raíz de sus palabras, la relación con su novia salió a la luz. Daniel Sancho mandó un mensaje dirigido a Laura, la persona con la que había compartido cinco años de su vida, pidiéndole que no le esperase y que siguiese con su vida. "Esto no es la antigua Roma y no estoy conquistando la Galia. Llevábamos cinco años juntos", dijo el chef. A raíz de que su nombre se hiciese público, Laura tomó la decisión de eliminar todo rastro de las redes sociales para no formar parte del revuelo mediático que provocó (y sigue provocando) el caso de Daniel.
Semanas después de la entrada a prisión del hijo de Rodolfo Sancho, la policía tailandesa contó que Daniel quería casarse en Tailandia con su novia, lo que podría ser el motivo principal de su viaje a la isla y el móvil del asesinato a Edwin Arrieta. Ahora, un mes y medio después de la entrada en prisión del chef, Vanitatis publica en exclusiva más datos sobre Laura, la novia de Daniel Sancho.
No quieren desvelar su apellido "para evitar que la relacionen con su expareja", pero Laura forma parte de una adinerada familia "propietaria de varias empresas del sector de la automoción". Hasta el día en que el caso de Daniel Sancho se hizo público, la joven trabajaba en una de las oficinas de una de las empresas familiares. "Cuentan sus amigos que le afectó mucho la muerte de su padre cuando apenas era una niña. Fue un poco rebelde en su adolescencia, muy dada a hacer novillos. Y en su juventud le gustaba la noche, divertirse, estar con amigos…", relata el medio citado anteriormente.
Laura vive desde entonces en "un punto indeterminado de la sierra madrileña", en una casa familiar que tenían como residencia vacacional. Apenas tiene vida social desde hace un mes y medio y sus personas más cercanas acuden frecuentemente a visitarla. Actualmente está teletrabajando como comercial.
Ella misma ha confirmado a su entorno más cercano que recibió una llamada de Daniel desde la cárcel porque quería pedir perdón y darle una versión de los hechos "no distorsionada" por la presión mediática. "Su pareja pretendía que el vínculo que les unía, al menos la amistad, siguiera vivo después de aquello", dicen desde Vanitatis. Sin embargo, Laura, la que era novia de Daniel Sancho, quiere pasar página.